Las plantas y los puertos aceiteros del norte del Gran Rosario están paralizados por una huelga del sindicato aceitero de San Lorenzo, que se extenderá hasta el martes a las 14 en reclamo por el pago de un bono por trabajar en pandemia.

En mayo pasado el acuerdo paritario fue de una suba del 25% y las partes habían quedado en volver a juntarse en septiembre. Fue ahí que el sindicato introdujo el reclamo por el “bono pandemia”, cuya cifra nunca se blanqueó.

“El Lunes 19 se concretó otra reunión sin resultados positivos, ya que el Grupo de Empresas no quiere abonar lo que el SOEA reclama en este período de Pandemia donde los trabajadores esenciales están aportando su labor sin recibir nada a cambio por parte de sus patrones”, comunicó este mediodía el sindicato.

La huelga afecta a todas las aceiteras con planta en San Lorenzo, Puerto San Martín y Timbúes, menos la china Cofco, que la está pagando. Los puertos de ADM y ACA como no tienen aceiteras están funcionando normalmente.

Para las entidades empresarias del sector, el paro luce desproporcionado y genera todo tipo de inconvenientes logísticos. "El diálogo y la mesa de negociación son el camino para resolver conflictos que en definitiva en estos momentos, ponen en riesgo a industria y trabajadores", señaló por la noche la Cámara de la Industria Aceitera (CIARA-CEC).

"La circulación viral del COVID-19 en el Gran Rosario reduce las actividades en los puertos y fábricas. No obstante, las empresas tomaron la decisión de compensar adicionalmente a los trabajadores que siguieron activos con un reconocimiento económico que los gremios no aceptan", agregaron.

Este año la campaña de comercialización, a raíz de la pandemia, ocasionó grandes pérdidas económicas debido a los retrasos en la operatoria, las demoras en adaptarse a la nueva normalidad que provocó importantes problemas con la circulación de camiones y retrasos de las descargas. Además, la enorme bajante del río Paraná más la gran capacidad ociosa de los últimos años que alcanzó el 50% de la posibilidad de procesar. La mayoría de los analistas pronostican para la presente campaña “gruesa” (soja y maíz) una pérdida de producción del 30/40% para el año que viene debido a la sequía. Habrá 46 millones de toneladas solo de soja. Es decir, se perderían 5 millones si se compara con esta campaña.

"En este contexto, se deberían evitar los conflictos, que desconocen acuerdos previos consensuados y aceptados, y dar la oportunidad de poder lograr resultados diferentes proponiendo acciones distintas en las que se priorice el diálogo por sobre la confrontación", señalaron desde Ciara.

Días atrás había sido la Federación de Trabajadores Aceiteros, que tiene injerencia gremial en todas las plantas del sector menos las del norte del Gran Rosario, la que paró por un día las fábricas en reclamo de una suba del salario mínimo de $68,000 a $84,000. En la actualidad, rige una conciliación obligatoria sobre ese foco de conflicto gremial.