¿El próximo intendente de Rosario se elegirá con balotaje? La presidenta del Concejo Municipal, María Eugenia Schmuck, se manifestó a favor de incluir esa posibilidad en la Carta Orgánica que se convertirá en una especie de miniconstitución local luego de que la reforma constitucional de Santa Fe consagre la autonomía municipal. 

La voluntad del gobierno municipal es que esa Carta Orgánica sea sancionada por el actual Concejo Municipal que preside Schmuck –algo a lo que en principio lo habilita la ley de necesidad de la reforma constitucional– este año, luego de que en septiembre termine la Convención Constituyente. Para eso, el intendente Pablo Javkin, tal como anticipó Rosario3, convocó la semana pasada a las facultades de Derecho de la Universidad Nacional de Rosario (UNR) y de la Universidad Católica Argentina (UCA) y les pidió que elaboren un anteproyecto que él enviaría al Palacio Vasallo en septiembre, una vez que termine el debate de los convencionales.

El argumento de Javkin para apurar la elaboración de la Carta Orgánica es que la posibilidad de que Rosario cuente con autonomía municipal, un reclamo tan postergado, se tiene que tomar sin dilaciones. Entre otras cosas porque hay factores de poder provinciales que la resisten y la resistieron históricamente.

Schmuck, que si se cumplen esos planes será quien conduzca el debate de la reglamentación local de la autonomía, adhirió a ese postulado. “Yo no dejaría pasar ni un minuto más para declarar la autonomía de Rosario. La Constitución provincial de 1994 nos habilita desde hace 30 años. Ya es tiempo de ejercer ese derecho”, dijo la dirigente radical en una conversación sobre el tema organizada por la iniciativa Usina para la Reforma Constitucional de la Facultad de Ciencia Política de la UNR.

En el documento que Javkin le entregó a las facultades de Derecho hay varios ejes sobre los que sugiere trabajar, entre ellos la posibilidad de que una parte de los concejales se elijan por distrito. Nada dice, en cambio, del balotaje.

Sin embargo, consultada sobre el tema, Schmuck dijo que está a favor de que el futuro sistema electoral local incluya la segunda vuelta si en la primera ningún candidato alcanza el porcentaje que se establezca como piso. A nivel nacional es del 45 por ciento o del 40 por ciento si el ganador le saca más de diez puntos al segundo. Pero en la mayoría de los casos que hay en el mundo ese piso es del 50 por ciento.

“Me parece que favorece la construcción de alternativas que haya una segunda instancia. Que lleguen partidos que por sí mismos nunca podrían construir una mayoría”, explicó. Es decir, que, desde su punto de vista, ese sistema ampliaría el juego democrático. “Siempre voy a estar a favor de herramientas que promuevan la participación de quienes tienen menos oportunidades. Soy mujer, vengo de un partido machista, sé lo que eso significa. El balotaje abre caminos para quienes de otro modo quedarían afuera”, remarcó.

De concejales a estatuyentes

En la conversación que tuvo lugar en el Laboratorio Sonoro de la Facultad de Ciencia Política, de la que también participaron el politólogo y docente de esa casa de estudios Alberto Ford y Rosario3, Schmuck defendió como legítimo que la Carta Orgánica la sancione la composición actual del Concejo Municipal, que cambiará parcialmente el 10 de diciembre, con dos justificaciones: que esta integración es fruto de una elección, la de 2023, en la que votó el 70 por ciento del padrón y no menos de la mitad como en la del 29 de junio, y que no hay fondos ni plafón político para llamar a comicios de estatuyentes.

La concejala barajó la posibilidad, como requisito para garantizar que haya acuerdos amplios, que los artículos de la Carta Orgánica se sancionen por mayorías agravadas, como los dos tercios del cuerpo. “Nada debería votarse con una mayoría ajustada. Tiene que ser un documento compartido”, sostuvo. Y agregó: “Tengo espaldas para generar consensos y tengo voluntad. Para esto se necesita alguien que pueda sentar a todos en una mesa”, manifestó. 

Concejales por distrito y descentralización

 

En cambio, en contraposición con lo planteado por Javkin a las facultades, marcó distancia con la posibilidad de que se elijan concejales por distrito. “Estoy en desacuerdo con eso y ya se lo dije (al intendente)”, señaló. En ese sentido, argumentó: “A mí me interesa que haya concejales con visión de ciudad. No quiero una confederación de ediles haciendo lobby por su zona”. 

Sin embargo, no cerró del todo la puerta a una alternativa mixta: “Estoy dispuesta a discutir un sistema combinado, con parte por distrito único y parte por barrios. No me niego a esa conversación. Pero no quiero un Concejo fragmentado, donde cada uno tire para su lado”.

En ese marco, Schmuck propuso revisar la descentralización impulsada durante la intendencia de Hermes Binner, a la que calificó de “revolucionaria”, pero dijo que es necesario dotar a los distritos de un nuevo estatus político. “La descentralización fue una revolución en su momento, pero hoy está desdibujada. Se volvió meramente administrativa. Hay que recuperar ese espíritu de Hermes”, dijo.

En ese sentido, propuso que los directores de distrito sean elegidos por voto popular y que existan consejos barriales con funciones reales. “No puede ser que sigan dependiendo del humor del intendente de turno. Si queremos participación real, los distritos tienen que tomar decisiones”, dijo la concejala, que está anotada en la carrera por la Intendencia para 2027. En su visión, esa legitimidad también implicaría que las autoridades barriales puedan tener capacidad de gestión territorial.

Proceso abierto

Schmuck remarcó como fundamental que el proceso de redacción de la Carta Orgánica sea abierto, participativo y plural. “Una carta escrita entre cuatro paredes va a ser malísima”, advirtió. Por eso propuso organizar audiencias públicas, foros barriales y consultar a universidades, vecinales, gremios, clubes y escuelas. “Queremos que sea la mejor carta posible. Una que no haya que cambiar en cinco años”, enfatizó.

El politólogo Alberto Ford sugirió implementar mecanismos como las encuestas deliberativas –una herramienta de democracia semidirecta que convoca a una muestra representativa de vecinos para discutir con información los principales ejes institucionales–. Schmuck recogió el guante: “Lo podemos hacer este mismo año. Tenemos todo: la universidad, los recursos digitales, la voluntad política. Lo único que falta es la decisión”.

Y cerró con una definición que sintetiza su impulso político: “Queremos tener Carta Orgánica porque ya somos mayores de edad. Podemos decidir por nosotros mismos. Rosario no puede seguir pidiendo permiso para todo”.