Una niña de cuatro años sufrió un roce de bala en la cara luego de que atacantes dispararan contra una vivienda del extremo oeste de Rosario, este viernes por la noche, con el propósito de forzar a sus ocupantes a abandonar el domicilio.

De acuerdo con fuentes policiales, el violento episodio ocurrió en Luis Ouvrard al 8000, en barrio San Cayetano, donde gatilleros en moto efectuaron al menos diez disparos contra una vivienda ubicada en la intersección con calle 1704, mientras una familia cenaba en el interior.

El tirador no tuvo reparos en apuntar hacia la ventana del domicilio y por poco no provocó una tragedia: un proyectil calibre .380 rozó una mejilla de Francesca, de 4 años. La niña fue atendida en el lugar por personal del Sies y no necesitó ser trasladada a un efector de salud.

Antes de disparar, los atacantes dejaron una nota manuscrita en la que un tal “Gitano” reclamaba la propiedad, según confió una fuente. Testimonios indicaron que se movilizaban en una moto roja y un vehículo negro.

Balas y disputas narco

Los suburbios del oeste rosarino no estuvieron exentos de violencia en los últimos meses.

No muy lejos de donde ocurrió el ataque a la vivienda, el 10 de marzo fue asesinado Esteban Gustavo Fernández (47) –primo hermano por parte de la madre del cabecilla de Los Monos Ariel Máximo “Guille” Cantero– en Uriarte y Campodónico, tras un asedio que incluyó varios ataques armados desde mediados de diciembre.

Según testimonios recogidos durante la investigación, Fernández fue ejecutado por haber contraído una deuda de medio millón de pesos con un transa llamado Nahuel Andino, a raíz de su adicción a la cocaína. Por ese motivo, apenas cometido el crimen, fue allanado un búnker ubicado en Ouvrard al 7800, donde fueron detenidas cinco personas.

Parte de esa historia salió a la luz el 26 de marzo, cuando el fiscal Lisandro Artacho imputó a Francisco Quintana (20), Eugenio Fakerman (23), Rodrigo Belizán (23), Nahuel Andino (25) y Melina Andino (19) como presuntos integrantes de una banda que vende droga al menudeo en la zona oeste. A Belizán, además, le atribuyó haber entregado una pistola calibre 9 milímetros y una moto a los sicarios que tenían la orden de matar a Fernández.

Uno de los que habría recibido el arma y la moto, según los testimonios recolectados, fue T. E. V., un hijo del narcotraficante Claudio “Morocho” Mansilla, condenado a prisión perpetua y conocido por haberse fugado de la cárcel de Piñero en junio de 2021. Mansilla está señalado como uno de los pesos pesados del narco en la zona oeste.

La historia no terminó ahí. La madre del fallecido Fernández, Cristina Contreras –hermana de la apodada “Cele” del clan Cantero–, fue detenida el 14 de marzo frente a la comisaría 32ª, donde reside.

El jueves pasado, el juez Ismael Manfrín ordenó que la mujer de 56 años quede detenida por al menos 60 días, en el marco de una causa que la investiga como miembro de una banda dedicada al narcomenudeo.