Un equipo de astrónomos de la Universidad de Cambridge anunció recientemente la detección de gases sulfurosos en la atmósfera del exoplaneta K2-18b, lo que podría indicar la presencia de vida. Sin embargo, un análisis independiente realizado por Jake Taylor, de la Universidad de Oxford, pone en duda la validez de estos hallazgos.

Taylor utilizó una prueba estadística básica para identificar indicios de moléculas de gas en la atmósfera de K2-18b y encontró que los datos parecían consistentes con una "línea plana", lo que sugiere que la señal es demasiado débil para extraer conclusiones definitivas, según publicó el sitio especializado Space.com.

Por su parte Nikku Madhusudhan, de la Universidad de Cambridge, y su equipo se mantienen firmes en su afirmación de que detectaron sulfuro de dimetilo (DMS) en la atmósfera de K2-18b, pero otros científicos argumentan que se necesitan análisis independientes adicionales para determinar si las señales encontradas representan realmente DMS o son simplemente el resultado del ruido en los datos.

La búsqueda de vida extraterrestre es un tema complejo y controvertido, y este debate demuestra el proceso científico en marcha. Como dijo Eddie Schwieterman, profesor adjunto de astrobiología en la Universidad de California, Riverside, "si el resultado final de esta historia es que el público sea más cauto respecto a futuras afirmaciones de detección de vida, eso no es algo terrible".