La localidad de Campana fue uno de los puntos más afectados por el tremendo temporal que azotó el último fin de semana a la provincia de Buenos Aires. Hay al menos una persona fallecida, tres desaparecidos y tres mil evacuados.
Ya pasaron casi 72 horas del inicio de la lluvia y, este lunes, aún hay muchísima agua estancada en la ciudad y el barrio San Cayetano es uno de los más perjudicados.
“La fuerza del agua casi llegaba a los techos. Salimos nadando de nuestras casas, llegamos a un lugar firme nadando. Nos ayudaba gente que tenía lancha. Todo quedó destruido. Perdimos lo poquito que teníamos. Nos quedamos con lo puesto”, relató una de las vecinas en diálogo con De 12 a 14 (El Tres).
Otra mujer agregó: “Arrasó con todo”.
A su vez, uno de los damnificados remarcó que “el agua subió tan rápido que no nos dio tiempo a sacar nada”. No obstante, destacó que “nos fuimos ayudando entre los vecinos”.
Reciben donaciones para los miles de evacuados en Salto
Un grupo de jóvenes que estudian en Rosario pero son de la localidad de Salto, en el norte de la provincia de Buenos Aires, organizaron una colecta solidaria para los miles de evacuados que dejó el temporal del fin de semana.
Florencia y Agustín contaron cómo surgió la idea en De 12 a 14 (El Tres). Desde el sábado a la mañana cinco personas empezaron a reunir ropa, alimentos no perecederos, elementos de higiene y de limpieza personal.
Este lunes, la colecta se concentró en el club Unión y Progreso de Echesortu y la movida continuará esta semana. La ayuda para los habitantes de Salto se puede llevar a la institución de San Juan al 3464, de 9 a 12 y de 15 a 19, de lunes a jueves.
La localidad está al sur de Pergamino y fue uno de los puntos más comprometidos en la provincia de Buenos Aires por las feroces tormentas que comenzaron el viernes y se extendieron por 48 horas. Las rutas colapsaron y varios barrios quedaron bajo el agua (cayeron unos 400 milímetros en esa región).
De una población de 42 mil, 14 mil personas fueron afectadas y unas nueve mil fueron evacuadas y autoevacuadas (muchas familias subieron a los techos de sus casas). La inundación superó los niveles históricos del río Salto, por encima de los 10 metros (el pico en abril de 2017 fue de 9,50).