La formación continua es la mejor forma de estar siempre al día de las innovaciones, y esto funciona con cualquier profesión. Entre el profesorado, este aspecto tiene especial relevancia, pues no tiene nada que ver cómo se enfoca el trabajo en clase hoy en día con cómo se hacía hace 30 años, por ejemplo, y mucho menos si lo comparamos con la evolución en el último siglo.

Las nuevas tecnologías, la llegada de la psicología clínica, el aumento de la población en las grandes ciudades… Existen numerosos fenómenos que han cambiado la forma de enfocar la forma de dar una clase, tal como publica Universia.es.

Hoy en día es muy importante que el profesor conozca cómo impacta su labor en el aprendizaje de sus alumnos. El investigador John Hattie, de hecho, realizó un ensayo que duró 15 años. Su intención era que los profesionales supieran entender cómo se produce el proceso del aprendizaje desde el punto de vista del alumno. Su conclusión le llevó a enunciar que todo dependerá del propio profesor y cómo actúe en la clase. Es decir, a las estrategias didácticas que ponga en práctica.

Descubre cuáles son las mejores estrategias de aprendizaje en el aula

Dicho esto, vamos a ver, a tenor de los estudios e investigaciones del profesor Hattie, cuáles fueron a su juicio y según los datos recopilados las mejores estrategias de aprendizaje en el aula que establecían los docentes con éxito.

Explicaciones claras

Es curioso cómo la primera de estas estrategias didácticas es tan sencilla como explicar todo con claridad. Algo tan básico, tan sobreentendido y tan normal, choca con mucha de la metodología docente actual basada en concienzudos estudios psicológicos y didácticos.

Tan fácil como explicar todo con claridad para que el estudiante lo entienda. Y es que, si el alumno se pierde y no comprende la lección, se desmotiva y se desanima. Por eso, el profesor tiene la tarea de presentar toda la temática de forma diáfana siguiendo un plan de estudios bien planificado, comprometiéndose con las capacidades de sus estudiantes que, a su vez, sabrán qué se espera de ellos y hasta dónde dentro de sus capacidades específicas podrá llegar su profesor.

Intercambio de ideas

Otra de las estrategias didácticas que funciona muy bien clase según el estudio citado. Esta metodología docente permite que los alumnos intercambien ideas entre ellos y con el propio profesor, impidiendo que los estudiantes sean agentes pasivos para convertirse en actores activos y protagonistas de su propia formación, creando un ambiente colaborativo interesante.

Hoy en día, el estudiante está muy habituado a interactuar en redes sociales, tanto entre iguales como con otros actores. Por ello, acostumbran a dar su opinión y comentar sobre todo aquello que les resulta interesante.

El educador puede aprovechar esta dinámica para extrapolarla al aula. Se podría considerar como una de las nuevas metodologías docentes por lo mucho de interacción que ha provocado la tecnología social, pero en realidad es una fórmula bastante antigua y muy eficiente.

En el área educativa, este intercambio de ideas permite que los alumnos se enriquezcan aprendiendo unos de otros. Además, ofrece buenas oportunidades para que los docentes observen y entiendan mejor a sus estudiantes. Así podrá estar plenamente seguro de la comprensión crítica de los contenidos y conceptos que se tratan en clase.

Devoluciones 

Se entiende por devoluciones las tareas que encarga un profesor, que luego corregirá en casa. Parecido a los exámenes o controles, pero sin ser exactamente eso, ya que no siempre debe tratarse de un test o algo similar.

Sin embargo, estas tareas, una vez corregidas y revisadas por el profesor en casa, sirven para que, al día siguiente, se pueda, además de llevar un control exhaustivo de los avances de los alumnos, poner en común qué debilidades se encuentran todavía en el aprendizaje para que, entre todos, se encuentren métodos de mejora.

El profesor puede, entre las diversas estrategias didácticas relacionadas con las devoluciones, hacer un control particular e individualizado de cada alumno para cumplimentar sus necesidades específicas, o hacer un control grupal con toda la clase.

Evaluaciones sobre el proceso de formación

Otra de las estrategias de aprendizaje en el aula que Hattie demostró efectiva fue la evaluación del proceso formativo. Es decir, no solo centrarse en el examen o control, sino también en el citado proceso en sí.

Para que sea efectiva esta metodología docente, se ha de comparar el desempeño que están teniendo los alumnos con las metas planteadas. Así se podrá dar respuesta adecuada al cumplimiento de los objetivos que se plantearon al inicio del curso.

Una evaluación frecuente permite adaptar la formación y los materiales a las necesidades específicas del momento para continuar con el avance deseado.

Recordemos que, en este sentido, también se puede pedir a los alumnos que evalúen a un profesor. Será una buena forma de testar el estado del grupo y adaptar tus iniciativas y enseñanzas a sus verdaderas necesidades, a su velocidad de aprendizaje y al uso de los materiales más eficientes según sus criterios, aunque sin obviar nunca el profesional.

Fomento de la autosuficiencia de los estudiantes

El profesor debe crear oportunidades para que los estudiantes aprendan a ser autosuficientes. De esta forma, utilizando esta estrategia que se engloba entre las nuevas metodologías docentes, los jóvenes pueden evaluar su trabajo y formar su plan de acción propio.

El estudiante que es consciente de su forma de actuar y pensar a nivel académico puede mejorar sus logros modificando sus conductas. En este caso, el profesor será un apoyo, una ayuda y una guía.

Según la propia ciencia, entre las mejores estrategias de aprendizaje en el aula se encuentran estas cinco opciones que ayudan a que los alumnos se formen mejor, razonen usando el pensamiento crítico, sean más responsables de sus actos, se conviertan en individuos autosuficientes y mejoren su futuro formativo y laboral.

Fuente:  Universia España