El director del Centro Científico Tecnológico Conicet Rosario, Guillermo Labadie, dio precisiones alarmantes sobre la situación que viven quienes producen conocimiento en las diversas ciencias, en los 12 institutos de doble dependencia junto a la Universidad Nacional de Rosario, y destacó cómo es el extraño mecanismo de despidos, bajas y contrataciones 3x1 establecido por el Gobierno Nacional (ver apartado).
El panorama que dio el profesor, doctor en química e investigador, en un franco diálogo con Rosario3 es de preocupación, ya que a partir de las políticas de ajuste a las ciencias desde diciembre de 2023 por parte del Gobierno nacional, se contabilizaron 44 bajas en todo el personal de planta del CCT de la ciudad (personal de apoyo, administrativos, becarios e investigadores), cuando no ha habido altas en la carrera del investigador científico, a pesar de haber sido evaluados y seleccionados.
En un año y medio la deserción fue de un 3,5%, ya que, del total de 450 investigadores científicos, ya renunciaron seis, y diez se jubilaron. “Ese número parece pequeño, pero es equivalente a que se vaciara un instituto chico”, destacó Labadie. Sobre la planta completa de mil personas, el porcentaje es similar, de un 4,5%, por las 44 bajas.
Al total de desvinculados, se suma que siete investigadores tomaron licencia, lo que es un signo de mayor deserción a futuro, ya que las licencias sin goce de sueldo de larga duración, en muchos casos, se terminan desvinculando de la institución, según advirtió.
“Ayer renunció otra investigadora más. Es un tren que se va frenando con gente que se va bajando, y ciertas investigaciones se dejan de realizar por falta de algún reactivo. Los que están al principio de la carrera, evalúan irse a investigar en otros países”, precisó el referente máximo de Conicet Rosario.
En cuanto a la planta en general, Labadie compartió los números desglosados: 20 renunciaron (ocho administrativos, seis investigadores y seis becarios) y 11 tomaron licencia (siete investigadores y cuatro personal de apoyo), otras diez personas se jubilaron (1 personal de apoyo y nueve investigadores), dos administrativos fueron despedidos en el marco del ajuste, y un tercero fue trasladado a otro CCT.
“A la falta de financiamiento se suma la ausencia de una política concreta sobre cómo trabajar con menos presupuesto o un redireccionamiento de políticas prioritarias hacia las ciencias en el país. Casi no hay despidos, sino reducción de las plantas en cada centro científico tecnológico de una forma no ordenada”, explicó Labadie. Una lógica de reducción por goteo: renuncian por las condiciones laborales y falta de perspectiva.
“El financiamiento ha permitido impulsar y sostener líneas de programas y compra de equipamiento que hoy nos permiten seguir funcionando, agregó.
Por otra parte, en torno a los jóvenes que piensan realizar sus becas doctorales y posdoc, aseguró que “no están viendo un futuro posible”, ya que en la comparativa interanual, en las convocatorias nacionales de Conicet se presentó un 30 por ciento menos que el 2023. “Es un salto enorme en un año, algo que ya es sintomático”, calificó.
Para comprender el análisis que estos jóvenes que comienzan sus carreras científicas, Labadie destacó: “Una tesis es una inversión de tiempo muy grande que lleva años, y el estipendio no es tan oneroso, no compite con los sueldos en el ámbito privado. Se preguntan si comenzar en este panorama al contar con menos recursos en los laboratorios. Esto ha pasado en otros momentos de la historia nacional, el problema es cuando es un cambio tan abrupto. El recorte fue brusco y repentino, no fue un cambio paulatino”.
En torno a los sueldos, Labadie precisó que “los aumentos fueron casi nulos, no siguen ni de cerca las mediciones de inflación. En la administración pública, los científicos son los salarios que más cayeron, con una baja en el poder de compra del 30 por ciento”.
Pensando en un futuro, Labadie precisó que “cuando se busque reactivar las investigaciones nuevamente desde un gobierno futuro, va a ser un proceso lento, y habiendo perdido decenas de estos recursos humanos que ya se habían formado y se fueron”. Como un árbol que tarda en crecer, la formación de cada becario doctoral e investigador lleva muchos años de inversión de tiempo en formación situada y especializada.
Dio entonces un ejemplo del cambio de paradigma: “Lo vemos claro en la biotecnología, porque cuando hice mi tesis doctoral a fines del milenio pasado no había en la zona alguien doctorado que trabajé en una industria. Y a quienes formé e hicieron tesis conmigo, hoy trabajan en las industrias aceiteras de la región o en la Bolsa de Comercio, aportando el valor agregado de nuestro conocimiento científico”.
Una regla de contratación a cambio de despidos y bajas
En el marco del panorama crítico que presenta, Labadie explicó que "se ha ido perdiendo personal en diversas áreas, y entre las nuevas políticas del Gobierno, no hay ingresos", y la única forma que un CCT pueda contratar personal debe para ello cumplir con un decreto: "Se trata de la regla del 3x1. En todo el 2024 no pudimos contratar a nadie, ya que el Gobierno Nacional estableció que se puede contratar a una persona recién cuando se haya realizado tres despidos o cualquier otra forma de baja". En el artículo 3° del decreto, reza que “las jurisdicciones y entidades del Sector Público Nacional comprendidas en el artículo 1° del presente podrán disponer únicamente, para las designaciones o contrataciones no comprendidas en el artículo 2°, un alta en el supuesto que informe tres bajas de personal, cualquiera fuera la causal”. "En el área de administración del Conicet Rosario estamos evaluando ingresar un contador, y estamos viendo si podremos contratar a alguien bajo este decreto, y qué condiciones laborales se le podrá ofrecer", ejemplificó. El director de Conicet Rosario destacó finalmente que este centro cuenta con una herramienta que no es de la misma manera en todas las provincias, que es la Ley N.º 13.742, que establece el marco para el fomento y financiamiento de actividades relacionadas con la ciencia, la tecnología y la innovación. “La ley de apoyo a la ciencia nos resulta un pulmotor para las investigaciones, y hay que destacar que tuvo total continuidad con los cambios de gestión provincial. No se ha cumplido el total de porcentaje de presupuesto estipulado por la ley, pero las líneas de financiamiento, los programas, continúan funcionando”, destacó el director de Conicet Rosario. Finalmente, destacó que desde Conicet se encuentran dialogando con los convencionales constituyentes de cara al comienzo del debate por la reforma, “para lograr que esta ley que es de tanto valor para las investigaciones tenga el rango constitucional, para que sea un reaseguro de su continuidad”. El apoyo provincial clave y la búsqueda de rango constitucional