Más allá de las industrias que ya no están, la ciudad está a tiempo de detener futuras migraciones. Según relevó Patricio Arpini, agente inmobiliario especializado en el rubro, son entre 1.000 y 1.500 las firmas que enfrentan problemas con sus habilitaciones y tienen intenciones de mudarse. Teniendo en cuenta ese panorama, resulta relevante el proyecto de Suelo Industrial y Promoción de Inversiones que la Municipalidad presentó al Concejo a principios de marzo.

En diálogo con Rosario3, el intendente Pablo Javkin valoró la propuesta, destacando que tiene como puntos clave su enfoque en las pymes, una agresiva política de incentivos fiscales y la promoción de sectores estratégicos.

"Para entender lo que pasó en Rosario con las industrias es necesario tener en cuenta lo macro, porque la última década fue de especial retracción para este sector. Eso no quita que hayan influido fenómenos locales", explicó Javkin, quien destacó que lo fundamental a corregir es "la velocidad de los trámites, porque si demoras mucho los procedimientos eso se termina en un factor que incentiva la mudanza".

El proyecto presentado por el oficialismo contempla como uno de sus ejes centrales reducir los requisitos para generar un mayor aprovechamiento del suelo industrial, a través de la reducción de los metros cuadrados exigibles para radicaciones fabriles. Asimismo, plantea una política de alivio de cargas tributarias para nuevas inversiones, al exceptuar el pago del Drei por cinco y dos años (según sean agrupamientos industriales o individuales, respectivamente).

"El otro punto es cómo pensamos el rol de Rosario en la región. Por eso, hay que aprovechar aquellas ventajas cualitativas que van más allá del valor del suelo", enfatizó el intendente, que apuntó a los rubros logístico, tecnológico y biotecnológico.

La iniciativa aún no fue tratada por el Concejo pero fue bien recibida por los referentes del sector. En diálogo con este medio, Jorge Weskamp, titular del Park Empresario (el mismo que sondeó Infya), valoró el proyecto, al plantear que “es probable que se retome una agenda productiva, que tuvo algunas buenas iniciativas pero no se continuó en el tiempo”. El hombre, que supo presidir la Bolsa de Comercio, fue de los primeros en sumar su voluntad a algunas propuestas del socialismo, pero no duda en afirmar que “no han sido proclives a tener una política de desarrollo para la ciudad, lamentablemente”.

Quedarse con la foto actual de nada sirve para pensar el futuro de Rosario. Aprovechar sus ventajas competitivas en el marco de una economía global debe servir para evitar que el éxodo de industrias se perpetúe en el tiempo. La posibilidad de generar un quiebre de la actual tendencia está vigente, pero requiere de políticas activas y coordinadas por varios sectores, que trabajen juntos para conseguir ese objetivo.