Mientras Laureano Flores –un joven de 21 años baleado en Granadero Baigorria– pelea por su vida, familiares difundieron un comunicado en el que aseguraron que recibió un disparo en el pecho “sin razón ni aviso” y advirtieron que el ataque “no es un caso aislado” en el golpeado barrio San Fernando.
La víctima fue atacada a metros de su casa el jueves por la noche junto a un amigo, Ignacio G. de 23 años, en la esquina de 3 de Febrero e Independencia.
Según los primeros datos de la investigación, los atacantes se movilizaban en moto y abrieron fuego sin mediar palabra contra ambos.
Personal del Sies trasladó a los jóvenes hasta el Hospital Eva Perón. Allí, Ignacio quedó en observación y estable por una herida en el tórax, pero Laureano llegó complicado y rápidamente fue puesto en terapia intensiva por una grave lesión en el pulmón derecho y otra en el glúteo izquierdo.
Carta pública
“Laureano es uno de esos jóvenes que no espera que las cosas le lleguen. Es técnico mecánico, egresado de la Escuela Industrial de Capitán Bermúdez. Trabaja en la fábrica La Virginia y también se gana la vida como barbero. Su jornada no termina en un solo empleo: porque en este país, todos lo sabemos, un solo sueldo no alcanza para vivir”, expresaron sus allegados en una carta pública.
Relataron además que, al momento del ataque, “se proponía sacar su auto para continuar con su otra fuente de ingreso: cortar el pelo, seguir produciendo, no quedarse quieto. Porque así es Laureano: un pibe sano, lleno de iniciativas, con muchos sueños. Está construyendo su propia casa, con esfuerzo y orgullo. Y también ayuda a su familia, porque tiene claro que nadie se salva solo”.
“Pero anoche, por las calles de su barrio, Laureano recibió un disparo en el pecho. Sin aviso. Sin razón. Esto no es un caso aislado. Es la realidad cotidiana de este y de muchos barrios obreros, donde la vida no vale nada. El narcotráfico, el entramado político, la complicidad del Estado. Todos saben lo que pasa. Y todos son parte”, sostuvieron.
“Esto no puede volver a pasar. Nunca más”, concluye el comunicado, en el que reclamaron respuestas y exigieron “basta de impunidad” en un barrio de vecinos “que saben lo que es salir adelante con lo poco que hay”.
Aunque no están directamente vinculados con la investigación del ataque a Laureano, minutos después de la balacera efectivos del Comando Radioléctrico interceptaron a dos jóvenes de 25 años que circulaban en un Peugeot 308. Fue en Las Verbenas y 25 de Diciembre, a unas dos cuadras de la escena. Uno de los ocupantes llevaba 23 dosis de cocaína, presuntamente fraccionadas para la venta.
Ese mismo jueves, en horas de la mañana, personal policial también intervino en una vivienda de Artigas al 3300, también en San Fernando, donde un hombre se atrincheró luego de amenazar con un pistolón a otra habitante del domicilio.
El arresto del sospechoso no estuvo exento de violencia: otros dos familiares terminaron demorados en la comisaría 24ª por entorpecer el accionar policial, informaron fuentes del caso.