El cargamento de 480 kilos de cocaína que fue secuestrado en octubre del año pasado en un avión que aterrizó entre las localidades de Luis Palacios y Andino fue quemado este viernes en el cementerio La Piedad de Rosario. El piloto de esa aeronave, el coronel retirado de la Fuerza Aérea de Bolivia Óscar Armando Caba Hurtado (57), ya fue condenado en abril pasado a la pena de 7 años y 2 meses de prisión.
La actividad se hizo cerca del mediodía. Estaba prevista la presencia de la ministra de Seguridad nacional Patricia Bullrich, pero no pudo volar hasta la ciudad por las condiciones meteorológicas, según indicaron desde su entorno.
El subsecretario de Intervención Federal Federico Angelini dijo en conferencia de prensa que este tipo de operativos se dan con mayor frecuencia en el último tiempo debido a una mayor protección en la frontera terrestre con Bolivia. "Eso limita el accionar por la vía terrestre y usan la aérea como alternativa. La lucha contra el narcotráfico es 100% voluntad política. Hace dos años teníamos un ministro de Seguridad que decía que el narcotráfico había ganado en Rosario. El narcotráfico no nos va a ganar, vamos a dar batalla hasta el final", comentó.
Angelini ponderó que la cocaína incautada en el avión el año pasado tenía una pureza superior al 80 por ciento. "Tenía potencialidad para ser exportada, o para ser rebajada. El destino final de la droga está en proceso de investigación", señaló.
Por su parte, el fiscal a cargo de la causa Claudio Kishimoto explicó que, de momento, la investigación "quedó concluida" con la condena del piloto boliviano.
El caso
El Cessna 206 con matrícula de Bolivia fue localizado el 30 de octubre pasado por Gendarmería luego de que se hiciera un seguimiento aéreo por el grupo de control y vigilancia aeroespacial de las Fuerzas Armadas argentinas por un vuelo irregular detectado a la altura de Tostado, Santa Fe.
El piloto Caba Hurtado fue detenido al día siguiente por la Policía santafesina, cuando según fuentes policiales fue auxiliado mientras era arrastrado por el río Carcarañá.
En la investigación federal iniciada a partir del secuestro de la droga no se estableció a quién estaba dirigido el vuelo con casi media tonelada de cocaína. Al comienzo, se sospechaba que era para una presunta organización narco rosarina que tiene proveedor en Bolivia y que llegó a tener avionetas propias para operar en el sur santafesino.