Siguiendo el estilo de Diego Maradona o Susana Giménez, Luis Ventura se entrevistó a él mismo. En una edición especial de Secretos Verdaderos, el conductor abrió su corazón, repasó los momentos más significativos de su vida, se emocionó al hablar de sus seres queridos y contó sus mayores miedos.
"Imaginé ser entrevistado en algún momento por Dios o por el diablo, nunca por Luis Ventura“, dijo el conductor para abrir el programa. Y luego comenzó a hacer un repaso por toda su carrera.
Más adelante, habló de su vida personal y no pudo contener sus lágrimas al recordar a sus padres. “No me gusta hablar de esto. Me conmueve mucho cuando miro para atrás. Vos sabés que yo duermo en mi pieza con los restos de mis padres, las cenizas de ellos y de los perros que tenía mi hermano. Todos están en urnitas y hay muchas veces que hablo con ellos. Y son buenas las devoluciones”, dijo.
En ese sentido, el periodista buscó profundizar y se preguntó: “¿Qué charlas con tus antepasados?“. De manera simple, Ventura se sinceró: ”Cuando tengo que tomar alguna decisión. ¿Qué hago? Y espero una señal. Puede ser que se reaparezca un familiar que hace años que no veía y te toca el timbre y dice: “Che, Luisito, pasé por acá”. A lo mejor ahí está la respuesta".
Y profundizó al respecto: “Vos sabés que yo tengo una especie de capillita en mi habitación. Cuando se cumple algún aniversario, un cumpleaños, cada uno (de sus familiares) tiene su candelabro y yo le enciendo una velita. La velita te dura cuatro o cinco horas. Y si a la noche anterior yo hablé con alguno de ellos y al día siguiente estaba la velita, la enciendo, desayuno, escribo, hablo por teléfono, y al mediodía levanto carpa para ir a laburar".
"Hay veces que, cuando me estoy yendo, la velita está apagada. Y entonces me cercioro bien de la velita que se encendió se haya apagado. Querés creer que hay días que después de haber dado toda la vuelta a mi jornada, llego a la noche y, está solo renguito, mi perro, un bulldog francés, voy a la pieza y la velita muchas veces está encendida”, indicó.
Luego, el periodista se refirió a su infancia y la situación de pobreza que vivió su familia. “La pobreza estaba en el colegio. Pibes que venían de hogares donde eran violentados. Yo estudié con los hermanos Grassi. Tuve algún caso de abuso personalmente cuando tenía seis años".
“¿Qué te da miedo de la enfermedad?“, se preguntó, a lo que el comunicador respondió: ”No estar lúcido porque he acompañado muchas agonías y muchos finales infelices de gente que quise mucho y que los desconocía a la hora de la terapia intensiva. Estoy convencido que voy a ir al cielo".
Fue entonces cuando Ventura acotó y reconoció: “¿A pesar de todo lo que hiciste, de todas las porquerías?“. Sin dudas en su voz, el conductor respondió: ”Pero para eso está el confesionario. Para eso están las misas de los domingos, la oración. No somos perfectos. Nos equivocamos mucho y yo sé cuándo me equivoco y sé pedir disculpas si corresponden. No me gusta jod... a la gente. Hay gente que no es gente. ¿Se entiende?. Ahí soy implacable. Me cuesta la marcha atrás".
Sobre el consumo de sustancias, Ventura preguntó: “¿Te drogaste?” y se respondió: “No sé si lo que te voy a decir es consumir, pité marihuana en algún momento. No me pidas nombre, porque conquisté a una figura suprema del espectáculo y para poder seguir avanzando me lo propuso. Por miedo a perderla dije que sí. Pero no inhalé. Era una cosa de hacer humo. Sabía que eso tenía sus riesgos. La vida siempre me mostró cuál era la puerta que tenía que elegir para salir”.