La Asociación de Hoteles de Turismo (AHT) alertó que el sector atraviesa una situación crítica por la que se pierden 10 empleos formales por día, situación que se explica por la presión impositiva, la disparada de costos y la pronunciada caída de la demanda, según indicaron.

“Mientras otros países apuestan al turismo, acá lo están destruyendo”, advirtieron desde la entidad, que remarcó la preocupación que impera en el sector en plena temporada invernal ante la cantidad de reservas canceladas y personal despedido.

Según el comunicado de la AHT, el sector vive una situación de “crisis severa” que se debe, en parte, a que “de cada 100 pesos que se cobran por una tarifa hotelera, 60 se van en impuestos”.

A eso se suma una disparada de costos que duplica o incluso quintuplica al índice de precios al consumidor, con tarifas eléctricas que aumentaron hasta un 400%, subas inmobiliarias del 500% y una caída abrupta en la capacidad de gasto de la población. Con este escenario, la demanda se desplomó y los hoteles no llegan ni a cubrir sus costos fijos.

“Cuando el presidente decía que con esta presión impositiva era inviable trabajar, tenía razón”, ironizó Gabriela Ferrucci, presidenta de la AHT, y siguió: “Pero lo que hizo su gestión fue agravar aún más esa situación. Hoy nos encontramos al borde del colapso”.

La dirigente recordó que la hotelería es una de las pocas industrias con más del 90% de empleo formal, con gran participación de jóvenes y trabajadores del interior del país, y que aun así el sector ya perdió un 4% de esos puestos en el último año.

Como herramienta para lidiar con la crisis, la AHT propone aplicar un IVA diferencial, algo que ya existe en muchos países. “La propia Ley del IVA le permite al Gobierno bajarlo un 25% por decreto. Es urgente”, sostuvieron.

Otra medida clave que reclaman es que el gasto en turismo nacional pueda deducirse del Impuesto a las Ganancias, lo que estimularía el consumo en destinos locales y premiaría la formalidad, ya que solo se podrían deducir facturas emitidas por prestadores registrados.

La situación afecta especialmente a las provincias, donde el turismo representa una fuente vital de ingresos. En destinos como Bariloche, Salta o Mendoza, la hotelería formal funciona a menos del 30% de su capacidad. La AHT advierte que competir con países donde los costos laborales, la carga impositiva y los servicios básicos son entre cinco y nueve veces más bajos es “imposible”.

“La hotelería genera cuatro veces más empleo que las industrias pesadas por cada millón de dólares invertido”, recordó Ferrucci. “Es una gran oportunidad para cualquier gobierno que quiera fomentar el empleo formal. Pero eso requiere voluntad política. Por ahora, no la vemos”, apuntó.