El niño de 12 años que este domingo se disparó a la cabeza mientras manipulaba un arma, se mantiene lúcido y evoluciona favorablemente este lunes, de acuerdo a lo que confirmaron desde el hospital Víctor J. Vilela, en donde permanece internado en terapia intensiva.

En diálogo con Radiópolis (Radio2), el director del hospital, Eduardo Casin, aseguró que Joaquín, la criatura que sufrió una herida de bala en el cráneo cuando manipulaba un arma que halló en su casa, tiene un buen pronóstico. “El niño ingresó ayer a la madrugada con una herida de arma de fuego con entrada a nivel temporal derecho, sin orificio de salida, derivado del hospital Clemente Álvarez”, precisó y continuó: “Ingresó lúcido y compensado termodinámicamente a terapia intensiva. Ahora evoluciona bien. Ayer fue sometido a un proceso de limpieza quirúrgica y de revisión de la herida, luego de la cual volvió a la sala de terapia y está cursando un postoperatorio con buena evolución”.

Luego, agregó que “hasta ahora no tiene ningún déficit motor, sin dudas, ha sido afortunado, hay solo un pequeño hematoma a controlar”, culminó.

Tras el disparo, Joaquín, fue trasladado por sus padres al Heca cerca de la 1 de la madrugada, desde un domicilio familiar ubicado en Gaboto y Cullen, en barrio Villa Nueva.

Los médicos constataron que presentaba un proyectil alojado en el cráneo. Tras recibir las primeras atenciones, fue derivado al hospital Vilela. De acuerdo con los primeros datos de la investigación, el hecho ocurrió en la casa de su abuela. El chico habría encontrado una pistola Browning calibre .25 dentro de un ropero y, al manipularla, se produjo un disparo accidental que le impactó en la cabeza. En la habitación se halló una vaina servida.

El arma, que contenía dos proyectiles más, fue secuestrada por peritos de la Policía de Investigaciones (PDI), que trabajaron en el lugar por orden del fiscal de Homicidios Culposos Walter Jurado.