El fallecimiento de Alejandra “Locomotora” Oliveras, dos semanas después del ACV que sufrió en Santa Fe, no solo causó conmoción sino que arrojó varios interrogantes sobre la patología: ¿se puede evitar un ACV?, ¿cómo lo identificamos?

En conversación con Radiópolis (Radio 2), la cardióloga Nadia Scarabino dio cuenta sobre los principales puntos que hay que tener en cuenta acerca de un accidente cerebrovascular y por qué es tan importante tener hábitos saludables

El ACV no avisa y la prevención es clave. La forma de equilibrarlo es llevar una vida saludable. Cada minuto que pasa es oro, hay algo que nos está avisando que no está llegando bien la sangre al cerebro. No podes saber de antemano que vas a tener un ACV, pero si podes saber sobre los factores de riesgos o síntomas que indican que algo anda mal. El tiempo es clave. Toda célula que no recibe sangre durante un tiempo se va debilitando y se va muriendo, por eso hay que consultar rápido”, indicó. 

Scarabino destacó que para poder prevenirlo es fundamental “tener hábitos lo más saludables posibles desde tempranas edades para que esto sea una forma de vida, es decir, tener una vida saludable en todo sentido. Desde las infancias enseñar qué es lo mejor para prevenir a futuro. Alimentación saludable, dietas ricas en fibras, frutas, verduras”.

Al ser consultada sobre los factores de riesgo en las mujeres, puntualizó: “Presión alta, pérdida de estrógenos junto a la llegada de la menopausia hace que el riesgo cardiovascular, ya sea de enfermedades cerebrales o del corazón, aumente en relación al hombre. No solo eso, que es una cuestión hormonal, sino también el cigarrillo, que tiene muchas sustancias que son dañinas para las arterias”.

¿Cómo nos damos cuenta que estamos teniendo un ACV?”, fue uno de los interrogantes más repetidos a partir del cuadro de la Locomotora. “Dificultad para hablar, debilidad o pérdida de fuerza en un brazo o se te cae una parte de la cara. Son síntomas que vos ves y ahí mismo hay que acudir de manera urgente al médico”, indicó. 

A su vez, la doctora enfatizó en la venta de productos de proteína, como anabólicos, en comercios y gimnasios: “Lo que pasa es que la venta es libre, no son controladas y eso puede tener un efecto en la presión arterial que puede favorecer a que se desencadenan estos eventos. Los gimnasios no piden apto fisico, ni electrocardiograma. Es gravísimo. Es clave la prevención, no consiste nada más en un papelito que firme un doctor”.