Las banderas nacionales ondean a media asta en Bangladesh, donde se decretó un período de tres días de duelo nacional tras la muerte del papa Francisco. Pese a que más del 90% de la población es musulmana, el país decidió rendir homenaje al líder de la Iglesia Católica en reconocimiento a su legado de diálogo y su cercanía con las minorías.
El respeto de Bangladesh hacia la Argentina tiene profundas raíces históricas. La identificación con la causa argentina, especialmente en relación con la guerra de Malvinas y al rechazo al colonialismo británico, fortaleció el vínculo entre ambas naciones, particularmente desde la época del Mundial de 1986, con la figura de Diego Maradona.
En noviembre de 2017, el papa Francisco visitó Bangladesh y fue recibido por el entonces presidente Abdul Hamid. Durante su estadía en Dacca, recorrió calles en un tradicional rickshaw y participó de actos interreligiosos.
Mantuvo un emotivo encuentro con refugiados rohingyas, a quienes pidió perdón en nombre de la humanidad por la indiferencia ante su sufrimiento. Celebró una misa multitudinaria en el parque Suhrawardy Udyan y ordenó a 16 nuevos sacerdotes.
Visitó también una escuela de educación especial y remarcó en su discurso la importancia de la reconciliación y los derechos humanos: "La presencia de Dios, hoy, también se llama Rohingya", dijo en una frase que quedó grabada en la memoria colectiva.
Bangladesh logró su independencia de Pakistán en 1971, tras siglos de dominación británica.
La decisión de Bangladesh de decretar duelo por Francisco no solo homenajea al Pontífice, sino que también reafirma el profundo respeto y cariño hacia la Argentina.