Una semana atrás se viralizó un remake en el que un papá filma a su hijo 20 años después de la escena original. En el primer video, Sacha Varela era un niño de seis años con temor de comenzar las clases en primer grado y aprender a leer. En el segundo, en la misma secuencia que acompaña al joven Sacha, que ahora es ingeniero mecánico, se dirige a comenzar un curso que es parte de su doctorado en el Conicet. Aquellos dos videos reproducidos en simultáneo fueron editados por el papá del protagonista, Mario Varela, un realizador audiovisual rosarino que lo subió a su Instagram, y poco después el video se viralizó.

"¿A dónde estamos yendo, Sachita?", preguntaba en ambos videos. “Al curso de Análisis Dimensional y Estimación de orden de Magnitud, para mi doctorado en Ingeniería”, respondió Sacha, quien se recibió hace un año en la Facultad de Ciencias Exactas de la UNR y es docente en la misma. “¿Y cómo llegaste a ser ingeniero?”, continúa su papá. “Con la educación pública”, respondió.

Después de unos días de haber sido viral, el joven destacó su sorpresa, y relató a Rosario3: "Mi papá es realizador audiovisual y escritor, y como debí volver a vivir con él en Buenos Aireas por esos días para asistir a esa cursada, y me levantaba temprano, nos recordaba esa misma situación graciosa. Entonces replicamos el video, mi papá lo editó y lo subió a su cuenta de Instagram y enseguida se viralizó por todos lados. Me llegaron mensajes de gente de todos lados".

Consultado sobre por qué lo replicaron, Sacha destacó la importancia de haber estudiado en escuelas y universidades del Estado: “La idea que teníamos fue viralizar el alcance que tiene la educación pública. Yo fui a la Escuela Primaria “Francisco Pancracio Moreno” de Bariloche, después fui a la Escuela Provincial de Río Negro, que era científica tecnológica con doble turno, en un terreno de la Comisión Nacional de Energía Atómica. Ahí despertó mi interés en ciencias exactas, y también porque tengo un tío y un abuelo físicos. Después vine a estudiar Ingeniería Mecánica en la UNR, y me quedé en Rosario, donde soy docente y becario del doctorado en Conicet”.

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En torno al “backstage” del video que compuso junto a su padre hace pocos días, Sacha relató: “Me gustó hacerlo, fueron 21 años de ese día, a comienzos de 2004. Ese video es del primer día de clases de mi primer grado y todavía no había pisado la escuela, que era enorme. Me acuerdo de que tenía la mochila casi vacía, usaba un estuche de lentes como cartuchera”.

Entonces explicó un poco sobre el doctorado que realiza: “Me estoy especializando en diseño mecatrónico integral en el dominio de la interacción física en humano-robot. Es robótica colaborativa, y ahí aprendemos asistencia a la movilidad”. Para que todos los mortales comprendamos, Sacha aclaró: “Por ejemplo, en el Laboratorio de Automatización y Control de la escuela de ingeniería electrónica estamos diseñando, para después sistematizar, un andador robotizado para que complemente el movimiento de una persona mayor. Mapear trayectorias de su vivienda para que le diga al andador que quiere ir a la cocina o al baño, y el andador lo alcance”.

Sacha se recibió de ingeniero mecánico en marzo de 2024, y trabajaba en una pyme como ingeniero siendo estudiante. Se postuló enseguida para el Doctorado de Conicet, pero estaban frenados los ingresos. “En septiembre pasado me avisaron que podía ingresar porque era el siguiente en el escalafón, e ingresé como becario. Hace dos semanas me fui a hacer este curso a Buenos Aires como parte del doctorado, donde vive mi padre, en este curso que empezó a dar la Facultad de Ingeniería de la UBA hace poco”, agregó.

El papá cineasta de Sacha es rosarino, y conoció a su mamá en Bariloche cuando se fue a vivir después de estudiar cine. Allí nació el joven, quien consultado sobre el origen de su nombre, dijo que a su papá le gustaba un personaje de historieta argentina llamado Sacha “El cosaco” Veblin, de Carlos Casalla.