En el corazón de Rosario existe un lugar monumental y lleno de tesoros. A contramano de lo que se puede imaginar de un lugar así, se trata de un cementerio. El Salvador es sitio en el que los muertos explican la vida. Dentro de sus muros se mezclan la influencia de tradiciones urbanísticas europeas, panteones familiares de gran valor arquitectónico y todas las características de un gran museo misterioso y deslumbrante.

Todos los tesoros que encierra el tradicional cementerio El Salvador fueron mostrados en un informe especial que realizó el periodista Tomás Joffre para el programa Cada Domingo, que se emite por la pantalla de El Tres.

Arquitectos de gran renombre fueron los encargados de construir los impresionantes panteones de la necrópolis, que sin lugar a dudas son el principal atractivo del recorrido. En la calle central se encuentran los monumentos más importantes, que solo las familias gran poder adquisitivo podían pagar.

Una de las tumbas más visitadas de este emblemático cementerio rosarino es la de Lisandro De La Torre, histórico escritor y político argentino.

Se trata de un panteón sencillo comparado con otros que se levantan en el lugar, pero tiene su rica e intrigante historia. Como la de la rosa que siempre aparece como una ofrenda y nadie sabe quién la deja.

El arquitecto Ángel Guido, creador del Monumento Nacional a la Bandera, es otra de las personalidades históricas que duerme el sueño eterno en El Salvador.

Los panteones que diseñó son fáciles de hallar, ya que están hechos con el mismo material que el Monumento. En uno de esos mausoleos también se encuentran los restos de Dolores Sabat, maestra referente de la educación de Rosario.