Trump y los aranceles: La tormenta global que golpea en los mercados globales

Cómo la nueva guerra comercial amenaza la economía mundial y qué significa para una Argentina con turbulencias

     Comentarios
     Comentarios

La economía mundial se tambalea ante lo que parece un déjà vu, pero con esteroides. El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha decidido que es momento de sacar su artillería pesada y, lejos de apuntar a un enemigo específico, ha optado por disparar en todas direcciones. El miércoles 2 de abril, bautizado por el mandatario como "Día de la Liberación", entrará en vigor una batería de aranceles que promete sacudir los cimientos del comercio mundial.

¿Pensabas que la confrontación sería solamente con China? No es el caso. Trump ha dejado claro que su plan arancelario masivo incluirá a "todos los países", no solo a aquellos con los mayores desequilibrios comerciales. Una medida que hace temblar a los mercados financieros de Wall Street a Shanghái, pasando por Frankfurt y Buenos Aires.

¿Qué son los aranceles y por qué deberían importarte?

Para ponerlo en criollo, los aranceles son impuestos que se aplican a productos importados para encarecerlos artificialmente. La idea es simple: si un producto extranjero cuesta más, el consumidor optará por el nacional. Es como cuando tu abuela decía "lo barato sale caro", pero aplicado a política económica internacional.

El problema es que este juego tiene consecuencias. No es casualidad que los mercados reaccionen con pánico: el oro ya superó los u$s3.100, las monedas de la región se devalúan, y el riesgo país argentino se dispara mientras los bonos se hunden un 3%. Todo esto mientras los inversores intentan descifrar qué pasará cuando la bomba arancelaria explote este miércoles.

Las industrias que ya sienten la guillotina

Las industrias globales más afectadas por esta guerra comercial son aquellas altamente dependientes del comercio internacional y las cadenas de suministro globales. Y acá viene lo verdaderamente preocupante para nuestro país:

1. Tecnología y semiconductores: Empresas como Apple y Nvidia, que dependen de insumos asiáticos, enfrentarán un aumento en costos que inevitablemente trasladarán al consumidor.

2. Automotriz: Los fabricantes como Ford y Toyota, que operan con cadenas de suministro globales, verán sus costos dispararse por los aranceles al acero y aluminio.

3. Acero y aluminio: Un golpe directo a Argentina, que exporta estos metales. Las tarifas impuestas por EE.UU. encarecen la producción y complican nuestra balanza comercial.

4. Agricultura y alimentos: Otro sector crucial para nuestra economía. Los aranceles recíprocos han perjudicado a productores de soja, maíz y carne, productos estrella de nuestras exportaciones.

La obsesión de Trump con los aranceles: ¿estrategia o capricho?

El presidente estadounidense tiene una relación casi romántica con los aranceles. Trump considera que son una forma de proteger la economía de su país de la competencia global desleal y una herramienta de negociación. Una visión que, curiosamente, contradice décadas de teoría económica sobre libre comercio.

En febrero, firmó un memorando ordenando revisar país por país para elaborar contramedidas específicas. Su promesa es simple: si nos cobras aranceles, te los devuelvo igual o peor. Es el equivalente internacional de "si me pegás, te pego más fuerte".

Lo paradójico es que esta política de "America First" podría terminar perjudicando a los propios estadounidenses. A pesar del objetivo de Trump de traer la manufactura de vuelta a EEUU, muchas empresas estadounidenses han encontrado inviable trasladar la producción debido a los costos y la calidad. El resultado: precios más altos para los consumidores de a pie.

El impacto en las inversiones: ¿dónde refugiarse de la tormenta?

En medio de este panorama apocalíptico, ¿qué pueden hacer los inversores para no terminar ahogados? Según análisis recientes, hay algunas estrategias que podrían funcionar:

- Renta Variable: Priorizar acciones defensivas en EE.UU. y aumentar exposición en mercados europeos, especialmente Alemania.

- Renta Fija: Incrementar posiciones en bonos del Tesoro de EE.UU. en el tramo medio de la curva.

- Materias Primas: Mantener posiciones en oro como cobertura ante la volatilidad del mercado y la incertidumbre fiscal.

- Geografía: Favorecer mercados con mejor desempeño reciente como Europa, China y Brasil.

El drama argentino: cuando llueve sobre mojado

Para la Argentina, esta guerra comercial no podría llegar en peor momento. En medio de tensiones con el FMI y una economía que apenas comienza a mostrar signos de estabilización, los aranceles de Trump son como un baldazo de agua fría para nuestras ya maltrechas exportaciones.

Los principales sectores exportadores argentinos —agroindustria, metales, energía— están en la línea de fuego. Si China responde con más aranceles a productos estadounidenses, podría generarse una oportunidad para nuestros exportadores. Pero esa ventana sería pequeña comparada con el daño general que causaría una contracción del comercio global.

¿Hay luz al final del túnel?

Aunque el panorama parece sombrío, algunos analistas señalan que los fundamentos empresariales siguen siendo sólidos. Los datos económicos recientes muestran cierta resiliencia, con mejoras en los salarios reales y una inflación que se desaceleró por primera vez en siete meses.

La gran pregunta es si esta guerra comercial derivará en una recesión global o si las economías lograrán adaptarse. La combinación de una guerra comercial en expansión y un riesgo fiscal creciente eleva la incertidumbre sobre el crecimiento y podría limitar la capacidad de la Reserva Federal para mantener su política de tasas estables.

Para los argentinos, acostumbrados a navegar en aguas turbulentas, esta es una tormenta más. Pero una que llega cuando las reservas están bajas y el barco ya venía haciendo agua. Mantener un enfoque disciplinado en la asignación de activos será clave para transitar la volatilidad en los próximos meses.

Comentarios