El gobierno argentino, liderado por el ministro de Economía, Luis Caputo, está evaluando la posibilidad de prorrogar la baja de retenciones para la soja y el maíz, que actualmente está vigente hasta el 30 de junio. La medida busca aliviar la presión impositiva sobre el sector agropecuario y fomentar la producción y la liquidación de divisas.
Antecedentes
La baja de retenciones fue implementada en marzo pasado y redujo los derechos de exportación para la soja del 33% al 26% y para el maíz del 12% al 9,5%. Esta medida fue bien recibida por el sector agropecuario, que había estado reclamando una reducción en las retenciones.
Impacto en el sector agropecuario
La posible prórroga de la baja de retenciones podría tener un impacto positivo en el sector agropecuario, ya que permitiría a los productores mantener una mayor rentabilidad y fomentar la producción. Según fuentes del sector, la prórroga de la medida podría generar un aumento en la producción y la liquidación de divisas, lo que beneficiaría a la economía argentina.
Posición del Gobierno
El gobierno argentino está analizando la posibilidad de prorrogar la baja de retenciones, pero aún no ha tomado una decisión final. El ministro Caputo ha manifestado que la decisión dependerá de la evolución de la economía y de la situación fiscal del país.
Reacciones del sector
El sector agropecuario ha expresado su apoyo a la prórroga de la baja de retenciones, ya que consideran que es una medida necesaria para fomentar la producción y la inversión en el sector. Sin embargo, algunos sectores críticos argumentan que la medida podría generar una pérdida de ingresos para el Estado y afectar la sostenibilidad fiscal del país.
Expectativas
Se espera que el gobierno anuncie su decisión sobre la prórroga de la baja de retenciones en las próximas semanas. Si se decide prorrogar la medida, se espera que tenga un impacto positivo en el sector agropecuario y en la economía argentina en general.
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