El Producto Bruto Interno (PBI) de Argentina se desplomó 5,1% en el primer trimestre de 2024 con respecto del mismo período de 2023, lo que marcó una profundización de la recesión explicada fundamentalmente por las caídas en la industria manufacturera, el comercio y la construcción, según datos del Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec).

Según los datos históricos de la serie del organismo oficial, la contracción de la economía doméstica fue la más aguda para un primer trimestre desde 2019, cuando la actividad sufría las consecuencias de las corridas cambiarias que provocaron una fuerte devaluación y sentaron las bases para el acuerdo entre el gobierno de Mauricio Macri y el Fondo Monetario Internacional (FMI).

De acuerdo a lo que publicó el organismo, solamente mostraron números positivos las exportaciones, que crecieron 11,1%, mientras que el consumo privado descendió 2,6%; el consumo público, 0,8%; y la formación bruta de capital fijo, 12,6%.

La inversión privada fue el componente de la demanda del PBI más golpeado, con un desplome del 23,4% en términos interanuales. Por su parte, el consumo, componente de mayor peso en lo que se produce fronteras adentro del país, registró una caída del 6,7%, mientras que el gasto público se redujo 5%.

Datos comparativos del nivel de actividad por trimestre. (Indec)

El sector de la construcción fue el más afectado en la comparación interanual, con un descenso del 19,7%. Detrás se ubicaron la industria manufacturera con -13,7% y las actividades de intermediación financiera con -13%.

Por su parte, el comercio mayorista, minorista y reparaciones descendieron un -8,7%; la explotación de minas y canteras -8%; e impuestos netos y subsidios -7,3%. También disminuyeron electricidad, gas y agua con -2,2%.

Otras actividades que mostraron un descenso, según el Indec, fueron servicios comunitarios, sociales y personales (-1,9%); hogares privados con servicio doméstico (-1,9%); hoteles y restaurantes (-1,7%); actividades inmobiliarias, empresariales y de alquiler (-1,6%); y transporte y comunicaciones (-1,1%).

La performance del comercio exterior compensó parcialmente las bajas, ya que las exportaciones mejoraron 26,4% respecto del año pasado, en buena parte debido a la baja base comparación ya que 2023 estuvo atravesado por una de las peores sequías de la historia, lo cual perjudicó las ventas externas de los principales cultivos del país.

Por otra parte, los sectores que registraron aumentos fueron agricultura, ganadería, caza y silvicultura con 10,2%; explotación de minas y canteras con 8%; pesca con 3,2%; enseñanza con 1,6%; servicios sociales y de salud con 1,3%; y administración pública, defensa y planes de seguridad social de afiliación obligatoria con 0,8%.

Las proyecciones para la evolución del nivel de actividad durante lo que queda del año no son alentadoras, dado que el FMI estimó una caída del 3,5%, y en ese marco se espera que la recuperación económica sea lenta y se extienda más allá del segundo trimestre de 2024, sin grandes variaciones positivas a corto plazo.