La Comisión Nacional de Valores (CNV) ya registró 47 proveedores de servicios de activos virtuales, como se le dice a las plataformas que operan criptoactivos y hay otros 45 que están en trámite de autorización.

“Los proveedores que se presentaron pero todavía no fueron admitidos, igual podrán seguir operando; a diferencia de los que se presentaron y fueron rechazados o no se presentaron antes de la fecha de cierre, que fue el 3 de junio, que deberán dejar de prestar servicios, y serían unas 12 plataformas”, contó el titular del organismo regulador del mercado de capitales, Roberto Silva.

El funcionario disertó vía teleconferencia en el Fintech Meetup Rosario que organizó este jueves la Cámara Argentina de Fintech en la Bolsa de Comercio de Rosario, con un recinto de operaciones colmado. 

La CNV tuvo que crear ese registro de proveedores de servicios de activos virtuales porque así lo definió la ley 25.246 (de prevención de lavado) que el Congreso aprobó en marzo y puso en su cabeza el control de los nuevos sujetos obligados a reportar información financiera, como son los proveedores de servicios de activos digitales. “Se presentaron solo 7 plataformas off shore”, comentó Silva.

La CNV no regula las operaciones con activos virtuales (salvo que sean un valor negociable en el mercado de capitales) sino las plataformas que prestan el servicio, y la ley les puso el mandato de primero armar el registro (porque lo necesita la UIF para controlar), pero también le abrió el juego a nuevas regulaciones a las plataformas.

“No vamos a regular mal ni a maniatar la industria”, dijo el titular de la CNV quien además aclaró que todas las decisiones que se tomen “provendrán de interactuar con el sector y escucharlos”. Es más, aclaró que “cuando se produzca una norma, no sólo provendrá de la interacción, sino que tendrá instancia previa de consulta pública”.

En ese sentido, el titular de la CNV anticipó líneas de trabajo que vienen todavía en estado de análisis. “Tenemos un registro que puede terminar convertido en licencia. Podemos pensar en distintas categorías de agentes o exigir un patrimonio neto registrado mínimo, cuentas segregadas, requisitos informativos, modalidades de captación de orden y sobre cómo referenciarse con agentes, y hasta normas sobre publicidad engañosa; en todo eso se está pensando”, enumeró Silva. 

Finalmente, el presidente de la CNV resaltó que “entendemos que cuanto más regulemos, más off shore se volverá el mercado; y eso no queremos que ocurra. Debemos adecuarnos a los requerimientos de la UIF para que haya normativa efectiva y cumplir ciertos requisitos, pero encontrando los equilibrios y no ahuyentar operadores; ese es nuestro desafío”.

Mercado en expansión

Durante la apertura del encuentro, el director ejecutivo de la Cámara de Fintech, Mariano Biocca, comentó que "en el país hay 10 millones de cuentas de activos virtuales, lo que coloca a la Argentina en el top 10/15 en términos de adopción de criptoactivos y entre los líderes regionales en volumen operado de monedas digitales".

En ese contexto, en el panel del “Mercado de Capitales y Cripto, ¿hacia dónde vamos?”, operadores líderes del sector financiero dejaron en claro que la tendencia del sector es de crecimiento. Y tres fueron los vectores que parecen darle soporte al horizonte de desarrollo: fortaleza del propio sector, mayor integración con el mercado de valores tradicional y, si se concretan, las promesas de salida de cepo y unificación del sistema cambiario.

Operadores disertando en el encuentro fintech realizado en la Bolsa

Los disertantes fueron Camilo Cristia (CEO, Let'sBit) y Andrés Vilella Weisz (Head Treasury & Trading, Lemon), de reconocidas firmas del sector cipto, y Agustin Ramello de la Vega (CEO, Invera), Fernando Galante (CEO, Ohana) y Federico Goldberg (CEO, Manteca), del sector de inversiones financieras tradicionales.

“En Lemon nos imaginamos operando Fondos Comunes de Inversión y Cedears; sobre todo porque te lo pide el usuario”, dijo Vilella Weisz, marcando un ejemplo de la cada vez mayor integración entre el mercado de valores tradicional y el “mundo” de los criptoactivos.

Sobre los desafíos del sector, las plataformas ahora deben ver cómo mantienen y suman clientes que, en principio, habían ingresado atraídos por las rentas de los fondos “money market”, que ahora ya no ofrecen altas tasas de rendimiento porque el Estado dejó de absorber fondos a altas tasas de interés. En ese sentido, no pasó desapercibido que algo del empuje que tiene en el país el negocio cripto se debe a la alta inflación, pérdida de valor de la moneda y restricciones para la compra de dólares, y también por la economía informal.

No obstante, los operadores resaltaron que si se quita el cepo y hay unificación cambiaria, el negocio pegará un fuerte salto atrayendo inversores del exterior y generando servicios para el resto del mundo. En un nuevo escenario macro, se vislumbra que deberán ir en busca de clientes corporativos (hasta ahora son particulares los protagonistas), con más productos refinados (no como ahora), tal vez con menos spread pero con “un ticket más alto” y ofreciendo nuevos servicios más vinculados a ofrecer créditos (tokenizados) acorde al nuevo momento económico nacional.