En la recta final de la revisión de metas que definirá la llegada de un desembolso de USD 2.000 millones al Banco Central, las conversaciones entre los funcionarios argentinos y el staff técnico del Fondo Monetario Internacional (FMI) continuaron en las últimas horas, mientras el directorio mantuvo una reunión informal al respecto, según la agencia Bloomberg.
De acuerdo a fuentes con conocimiento del funcionamiento del organismo, una fecha posible del debate en el board sobre el caso argentino –en que se evaluarán los primeros tres meses de desarrollo del nuevo programa iniciado a mediados de abril– es la semana que viene, antes de que finalice julio y arranque el receso estival en los organismos internacionales en Washington.
La agencia Bloomberg publicó este martes al mediodía que el directorio tuvo reuniones de manera informal para que los miembros puedan tener por parte del staff técnico un panorama actualizado sobre las negociaciones con la Argentina. Este tipo de encuentros preliminares son comunes antes de discusiones formales en el directorio.
En el equipo económico prefirieron no confirmar fechas puntuales en el desarrollo del ida y vuelta con el FMI, aunque mencionaron que las conversaciones siguen abiertas. Está en la mesa la determinación del cumplimiento de las primeras metas del programa, en términos de superávit primario y acumulación de reservas.
Esta segunda cuestión asoma como la más crítica. La fecha de corte original para contemplar cuántos dólares acopió el BCRA fue el 13 de junio, pero para ese día el mercado calcula que el Gobierno quedó unos USD 4.000 millones por debajo del objetivo. En la Casa Rosada esperaban poder estirar la discusión sobre la performance de los primeros meses del programa hacia fines de julio.
Con el BCRA fuera del mercado oficial y con intervenciones solo reservadas para cuando el tipo de cambio tocara el techo de la banda, el Gobierno activó otros mecanismos para sumar dólares a las arcas internacionales e intentar acercarse a las exigencias del programa. Uno fue la compra directa del Tesoro –es decir, el Ministerio de Economía– de divisas que liquiden provincias o empresas que emitan deuda en moneda extranjera.
Según estimaciones hechas por Portfolio Personal Inversiones (PPI), el Tesoro compró desde el 23 de junio pasado hasta el 17 de julio unos USD 641 millones, aunque podrían haber existido otras compras adicionales entre el viernes y este lunes, pero los datos que actualiza diariamente el BCRA aún lo reflejan.
Este martes el FMI advirtió en un informe que la economía argentina requiere más reservas, la puesta en marcha de reformas, el regreso a los mercados internacionales y una aceleración de las inversiones extranjeras.
En ese reporte, el FMI subrayó que la implementación sostenida del programa de Facilidades Extendidas (EFF, por sus siglas en inglés), recientemente aprobado, será clave para “mantener una balanza comercial sólida, atraer inversión extranjera directa, recuperar el acceso a los mercados y salvaguardar la sostenibilidad externa”.
Para avanzar en la estabilización, el FMI consideró crucial “una flexibilización cuidadosa de las restricciones cambiarias, acompañada por políticas macroeconómicas estrictas y mayor flexibilidad cambiaria”, con el fin de acumular reservas, recuperar el acceso al financiamiento internacional y alentar la inversión. Este proceso, además, debería complementarse con políticas macroprudenciales rigurosas “para garantizar la sostenibilidad de los flujos de capital y evitar descalces de moneda o ingresos especulativos disruptivos (hot money)”.
El Fondo –que ayer anunció que renunció Gita Gopinath como la segunda de Kristalina Georgieva– también advirtió que la cobertura de reservas se mantuvo por debajo de los niveles adecuados. En ese sentido, el informe concluyó que resultaban esenciales “esfuerzos tempranos para recomponer reservas, al tiempo que se promueve una mayor formación de precios y compras de divisas destinadas al pago de obligaciones externas”.