Essential Energy Holding y la Unión Agrícola Avellaneda se comprometieron a enviar más granos para procesar a Vicentín, que tiene sus plantas paradas y su personal sin cobrar, si se generan las condiciones de seguridad jurídica para los negocios.
Así lo anunciaron este mediodía en la audiencia pública a la que convocó el juez del concurso, Fabián Lorenzini, que fue tanto presencial como seguida por streaming y a la que asistieron trabajadores, acreedores, abogados, y hasta el ministro de Trabajo de la Provincial, Roald Báscolo.
El encuentro tuvo momentos de alta tensión, ya que los directores fueron acusados de "delincuentes" y se advirtió que la parada de planta dispuesta por la empresa genera riesgos de incendio en Ricardone por el grano que quedó almacenado.
“Las soluciones están. Hay voluntad de los trabajadores de trabajar y nosotros, que hace 3 años que estamos operando fason para fabricar bioeatonal en la planta de Avellaneda, estamos dispuestos a sumar nuestro grano de arena agrandando el envío de mercadería, ampliar nuestros fasones y aportar financiamiento”, dijo el CEO de Essential Energy Holding, Federico Pucciariello. “Pero para eso necesitamos seguridad jurídica”, resaltó.
Por su parte, el presidente de la Unión Agrícola Avellaneda, Mariano Tortul, también se comprometió a realizar nuevos fasones en la planta de Ricardone, que en 15 días le generarían ingresos al grupo por dos millones de dólares que le serviría para pagar sueldos y servicios esenciales que les están por cortar, como la energía, ya que le deben 400 millones a la cooperativa eléctrica del norte provincial.
A la Unión Agrícola Avellaneda le interesa con urgencia que se reactive Ricardone porque le quedaron almacenados allí unas 60 mil toneladas de girasol, que deben despachar cuanto antes para cumplir con compromisos de exportación. Es por eso que señalò que están en condiciones de hacer un anticipo financiero para que la fábrica se active, procese el grano y lo embarque, y a los 15 días completar el pago de los dos millones de dólares. “Esta es la oferta que traemos. Pero necesitamos seguridad jurídica y compromisos que le den viabilidad la operatoria”, aclaró.
Ambos anuncios fueron toda una novedad para Vicentín porque hasta ahora no había ofertas para reactivar esas plantas. De hecho, la novedad fue tomada como muy auspiciosa tanto por el gremio, como el juez y el director de la empresa, el director de la empresa y recientemene imputado por administración fraudulenta, Estanislo Bougrain, quien prefirió no asistir de manera presencial y seguirla de manera virtual y al que sindicalistas y acreedores le pidieron la inmediata renuncia acusándolo también de "inútil".
El titular de la cooperativa sumó su preocupación a lo que también expresó el gremio sobre el riesgo de incendio que genera mantener sin acondicionamiento el gremio almacenado en esos silos. El propio Bougrain lo admitió, pero aclaró que el riesgo no es inminente, sino que todavía tienen un par de días de margen.
Más allá de lo auspicioso del anuncio de ambas firmas, Tortul fue muy claro al contemplar que con los granos solos de la Unión Agrícola no se podrá mantener activa mucho tiempo la fábrica de Ricardone y que si no se suman otras empresas, la cooperativa no seguirá. “Se nos hace difícil seguir solos. Y no vamos a seguir solos. Instamos al resto de los actores del mercado que sumen fasones”, advirtió.
Pero no solo que la Unión no puede hacer frente en soledad a las necesidades de molienda de Ricardone, sino que el problema es que la principal planta sigue sin clientes, que es la de San Lorenzo. Y solo con todos sus activos trabajando, la firma puede tener el giro necesario para pagar salarios y deudas. Así que la situación sigue delicada.
En el tren de buscar fondos para reactivar las plantas, uno de los veedores judiciales, Andrés Shocron, pidió que “los dueños y accionistas también hagan su aporte”.
En ese marco, Báscolo -luego de criticar a Vicentin por el lock out señalando que en los 20 días sin trabajar teniendo granos por procesar hoy se dispondrían de 900 mil dólares para "algo" de sueldos adeudaos- le reclamó a “los dos grupos en pugna por quedarse con Vicentín a que también hagan su aporte de financiamiento y granos”.

Fue ahí que Mariano Grassi, de la firma Commodities (segundo acreedor comercial en importancia) se sintió aludido (porque en el pasado manifestó su interés en hacer una oferta en el marco del crom down) y fue contundente al responder: “No vamos a ser socios de delincuentes. No vamos a poner un peso mientras Bougrain y todos ellos sigan”.
En esa línea se expresó el abogado de la Federación de Trabajadores Aceiteros, Sebastián Spiller, quien pidió “apurar la intervención judicial de Vicentín porque los que estamos hace mucho tiempo en esta convocatoria sabemos que el directorio no está capacitado para seguir adelante con la empresa”.
Tanto el Sindicato Aceitero de San Lorenzo como la Federación de Aceiteros alertaron sobre el drama de los empleados que no cobran y que están con riesgo de perder sus empleos.
Tras escuchar a todas las partes, el juez Lorenzini, le ordenó al directorio de la defaulteada que en 3 días presente un informe detallado sobre el dinero disponible en caja, los saldos de sus cuentas en Uruguay y Paraguay (donde la veeduría encontró que hay 200 mil dólares guardados) y un plan de pagos de salarios y servicios esenciales adeudados.
Más cruces
El juez Lorenzini citó a todas las partes a la audiencia, que también se podía seguir de manera virtual, para tener un total conocimiento de la situación por la que atraviesa la firma tras parar su producción.
Bougranin llevó al encuentro el mismo relato de excusas y acusaciones repitiendo que la culpa de todo es de la Corte Suprema por no homologar el acuerdo de acreedores (que había sido rechazado en primera instancia por Lorenzini), reclamando que el máximo tribunal le habilite cuanto antes el recurso de apelación a la Corte de la Nación.
Es más, blandió la posibilidad de una quiebra si la Justicia no termina avalando el acuerdo que ellos tienen para que el grupo se venda a ACA, Bunge y Viterra, quien tras pagar las deudas (en 12 años) se repetirían sus activos desguazando el holding, y a la que calificó “como la única propuesta firme que hay sobre la mesa”.
Bougrain negó que la iliquidez que atraviesa Vicentin tenga que ver con las imputaciones que le hicieron los Fiscales de Rosario, y por la que hay cuatro ex altos directivos con prisión preventiva, de llevarse 6.000 millones de pesos de la caja de la firma para gastos personales (como el pago de abogados) y otros 2.000 millones de pesos que sacaron para sus “auto-despidos”. Es más, volvió a negar esas imputaciones y tampoco hizo autocrítica alguna al desempeño de la firma repartiendo culpas en acreedores y jueces.
Su postura fue fustigada por empleados, sindicalistas y acreedores, que le pidieron la renuncia. A su turno, el juez Lorenzini expresó su malestar por la decisión de Bougrain de no asistir personalmente a la audiencia y de que los otros dos directores, Daniel Foschiatti, Carlos Sartor, ni siquiera se presentaron virtualmente.
Un punto fuerte de la audiencia fue la presentación que hizo el veedor Schocron que detectó unos 18 millones de dólares de deuda post-concursal. Y también criticó que Vicentín no responde en tiempo y forma los requerimientos informativos, sobre todo tras el hallazgo de unos 200 mil dólares en cuentas de la empresa en Paraguay.

Bougrain reconoció la demora y culpó a “que sufrimos el retiro de personal y eso nos retrasa el trabajo”, y dijo que parte de esa deuda -que es con Viterra por el financiamiento para Renova- se puede hacer frente “cediendo posiciones”; en otras palabras dándole acciones de Renova a sus socios de Vieterra en esa aceitera.
No obstante, Schocron insistió con que “esa cesión podría ser observada judicialmente” y advirtió “que hay compromisos post-concursales que enfrentar desde julio”.
Y fue en ese momento que el veedor propuso utilizar para los pagos los 200 mil dólares de Paraguay y el producido de la venta del stock de fueloil, advirtiendo luego con no cargar en el precio de los fasones el fondeo para el pago de la deuda post-concursal. “Si le tengo que sumar 20 dólares para pagar esa deuda, el fasón se iría a los 41 dólares y nadie va a pagar esa cifra, nadie va a regalar la plata, por lo que, estando en emergencia, es fundamental que dueños y accionistas hagan su aporte”, finalizó.