El cáncer de cuello uterino, cervicouterino o cáncer cervical, se desarrolla en las células del cuello del útero, la parte inferior del útero que conecta con la vagina, y está principalmente relacionada con la infección persistente por el Virus del Papiloma Humano (VPH). Existen diversas herramientas preventivas en pos de que, incluso cursando una infección por el virus, las lesiones no evolucionen hacia el cáncer propiamente dicho.

Respecto de este virus en particular, el VPH o HPV, es importante hablar de prevención. Se trata de un virus muy frecuente que se contagia netamente por vía sexual, de piel a piel, de mucosa a mucosa, y se estima que el 80% de mujeres en su vida han tenido o tendrán contacto con el mismo”, explicó a Rosario3 la Dra. Ivanna Garnero, tocoginecóloga, especialista en medicina reproductiva y parte del staff del Centro Médico Proar que este año celebra su trigésimo aniversario en la ciudad.

Según especificó la Dra. Garnero, la infección viral puede ser autolimitada, es decir que todas las mujeres presentan un sistema inmunológico con capacidad de que el virus no dañe. Sin embargo, en ciertas ocasiones y con ciertos co-factores como tabaco, otras infecciones como clamidia, tricomoniasis, donde hay inflamación del cuello uterino; si el cuello tiene un daño el virus “es más propenso a ingresar al epitelio del cervix y provocar una lesión preneoplásica”. A su vez, existen lesiones de bajo y de alto riesgo.

El contacto con el HPV y la prevención de lesiones de alto riesgo

En nuestro país, así como en el resto del mundo, la edad de prevalencia de la infección se da en mujeres jóvenes sexualmente activas, por lo que la prevención primaria se realiza con la vacuna”, explicó la profesional. Y reforzó: “No dejamos de lado el uso del preservativo para prevenir demás infecciones que actúan como co-factores”. El screening precoz se realiza por medio de la toma del Papanicolau o el test de HPV.

Si una mujer contrae el virus, hasta que se desarrolla un cáncer de cervix pueden pasar de 10 a 20 años, por lo cual decimos que es una enfermedad totalmente prevenible y hay que fortalecer la rutina en el control ginecológico de las pacientes. Sin embargo, en las últimas estadísticas del país se presentaron 4500 casos anuales con una mortalidad de más de 2000 personas a pesar de contar con todas las herramientas preventivas”, sostuvo la experta.

Existen 200 serotipos de HPV de los cuales 40 son oncocancerígenos. Dentro de este grupo, el 16 y 18 son los que producen el 70% de este tipo de cáncer. “Las guías protocolares de prevención y tratamiento están publicadas y su uso queda a disposición del criterio médico. En este aspecto, se deduce cuándo realizar el primer papanicolau o PAP en la vida y cada cuánto repetirlo, que generalmente se realiza en forma anual. Con dos PAP negativos seguidos, puede espaciarse esa toma a tres años, según criterio”, explicó la Dra. Garnero.

Además, existe la prueba PCR para detectar HPV, la cual suele implementarse a partir de los 30 años. Si la misma da negativa, “puede repetirse cada 5 años sin necesidad de tomar un PAP”.

La Dra. Ivanna Garnero es tocoginecóloga, especialista en medicina reproductiva y forma parte del staff del Centro Médico Proar (proar.com.ar)

“Sin embargo y como verdadera prevención primaria, tenemos la vacuna, la cual está en el Calendario Nacional desde 2011. Las vacunas fueron variando, primero eran bivalentes, luego cuatrivalentes y hoy nonovalentes, protegiendo de 9 cepas de HPV. Como recomendación mundial, puede aplicarse a partir de los 9 años. En Argentina es a partir de los 11 y hasta los 26 años. Sin embargo, después de esa edad y hasta los 45 años, si la persona no tuvo relaciones sexuales también es preventivo colocarla, al igual que en personas que están cursando una infección por HPV”, destacó.

En caso de personas sanas, se realiza un tamizaje de control hasta los 65-70 años: “Si tuvo antecedentes de HPV pero pasaron 10 años de la enfermedad, puede dejar de hacerse el tamizaje también entre los 65-70 años”.

Por otra parte, la profesional indicó que existe riesgo de transmisión vertical de madres a bebés a través del canal de parto: “Sucede que hay casos de mujeres embarazadas que quizás no saben que tienen HPV y desencadenan un parto vaginal. Los recién nacidos pueden tener manifestaciones orofaríngeas al contagiarse en su paso por el canal de parto. Por eso es tan importante realizar el PAP durante el embarazo si la mujer no está correctamente controlada”. 

Las recomendaciones de la Guía de Prevención primaria y secundaria
del cáncer cervicouterino (proar.com.ar)

La detección de lesiones de alto riesgo

A partir de la detección, con un PAP positivo y un test de HPV positivo, es posible realizar una videocolposcopia que también puede llevarse adelante en el Centro Médico Proar.

Tenemos PAP positivos con lesiones de bajo riesgo o alto riesgo. En caso de ser de bajo riesgo, por lo general no se realizan cirugías sino que la paciente es controlada con más frecuencia, por ejemplo realizándose un PAP cada 6 meses. El 80% de estas lesiones suele curarse sola y el PAP comienza a dar negativo”, explicó la Dra. 

Y añadió: “Se deriva a un tratamiento o se realiza un tratamiento ablativo cuando la lesión progresa a un alto grado, porque estamos cerca de instalar el carcinoma in situ, en el cuello. Esas lesiones se tratan y extraen según su tamaño”.

Si tenemos un diagnóstico de cáncer de cervix, en Proar contamos, como referente de oncoginecología, con el Dr. Roberto Estañol para realizar la derivación correspondiente.

HPV en hombres

Por otra parte, es clave recordar que, si bien el cáncer de pene es infrecuente, las lesiones condilomatosas (verrugas) en región peneana y perianal o anal, pueden traer consigo lesiones precursoras de un cáncer de ano. Es por ello que, ante la duda, la experta recomendó la consulta médica para descartar la presencia de HPV en el organismo, a la vez que recordó que “la vacunación también es para niños a partir de 11 años”.

El Centro Médico PROAR se encuentra en Güemes 2349. Para más información, cuentan con su sitio web oficial (proar.com.ar), redes sociales (Instagram @centromedicoproar y @donarvidarosario y Facebook @proarcentromedico) y WhatsApp (341 329 1299).