A partir de un nuevo estudio, se comprobó indirectamente -por medio del consumo de antidepresivos- que la pandemia por Covid-19 aumentó la incidencia de síntomas depresivos en la población en general. Además, se destaca la importancia de abordar la salud mental en la población, simultáneamente con los problemas físicos. De la investigación participó el departamento de Farmacia de la Universidad del País Vasco (UPV/EHU), en España.
La prescripción de antidepresivos y resultados similares entre países
Los científicos dieron cuenta, a su vez, que el mayor incremento de las prescripciones se dio en el período postpandémico, sobre todo en mujeres menores a 40 años.
Por otra parte, desde marzo de 2018 a febrero de 2024, los investigadores analizaron la evolución de estas prescripciones dividiendo el lapso en subperíodos de 2 años: prepandemia, pandemia y postpandemia.
Al comparar, se llegó a la conclusión de que entre 2020 y 2022 se dio un primer aumento de estas recetas, sucediendo lo mismo en Canadá en donde además se reportó un "sentimiento de empeoramiento de su salud mental" en mujeres menores de 40 años.
En Francia, el resultado también se repitió con un incremento proporcional en mujeres que superaba el de hombres. "El mayor impacto en el bienestar emocional de las mujeres jóvenes durante la pandemia podría deberse al rol de los cuidadores, que es más prevalente en la población femenina, y a la feminización de las profesiones de cuidado en el sector salud, que tuvieron una alta carga emocional durante ese período", destacaron desde la investigación.
La post-pandemia
El último período analizado, 2022-2024, es decir, la post-pandemia; indicó que hubo un "mayor impacto a largo plazo de la pandemia en la salud emocional de la población, que puede deberse a varios factores. Si bien las restricciones de movimiento se suavizaron, el aislamiento social prolongado que sufrió la mayoría de la población puede haber tenido consecuencias duraderas en la forma en que las personas interactúan y se sienten conectadas con los demás".
De este modo, el impacto psicológico de Covid-19 pareciera perdurar en el tiempo. Mantener un estado de estrés sostenido durante la pandemia podría ser una de las principales causas de esa mayor incidencia de síntomas depresivos en la población general a largo plazo. En muchos casos, el duelo por la pérdida de seres queridos o los cambios significativos en la vida durante la pandemia impiden volver a la normalidad y siguen afectando a largo plazo la salud mental.
Por otra parte, el impacto económico de la pandemia, como la pérdida del empleo o la inseguridad financiera, continúa afectando el bienestar mental de muchas personas, tal como expusieron los autores.
La prescripción de antidepresivos también incluye a personas con otras patologías como ansiedad, insomnio y dolores crónicos. Sin embargo, se subraya la importancia de abordar la salud mental desde otras vías que no sean netamente farmacológicas, como la psicoterapia.
Fuente: SINC.