Ofrecer un futuro es siempre un activo clave en política. Un lugar desde el cual acumular,  construir y ordenar. Eso es lo que intentan hacer, para un amplio sector que podría encuadrarse en la "ancha avenida del medio", los gobernadores Maximiliano Pullaro (Santa Fe), Martín Llaryora (Córdoba), Ignacio Torres (Chubut), Carlos Sadir (Jujuy) y Claudio Vidal (Santa Cruz), con su decisión de armar un frente electoral diferenciado de La Libertad Avanza y el kirchnerismo.

“El objetivo es contener al votante no kirchnerista que tiene críticas sobre muchos aspectos del gobierno de Javier Milei, pero no quiere volver atrás”, resume una fuente cercana a Pullaro sobre la movida.

Está claro que hay un porcentaje amplio de la sociedad, huérfana de representación política, que cabe en esa descripción. Que este nuevo armado pueda contener a esos sectores es ahora el desafío del “grito federal” lanzado por los gobernadores.

Por lo pronto, en la dirigencia de la oposición no kirchnerista, que viene dispersa en sellos y armados varios a nivel nacional y provincial, el anuncio fue tomado con enorme expectativa. Porque lo que había en realidad era un desierto y ahora se ve un oasis.  

La idea de los gobernadores es ir despacio y con cuidado, “sin pasarse un pueblo”, comenta la fuente pullarista consultada por Rosario3. En ese plan, es estratégico no meterse en provincia de Buenos Aires y, por ahora, tampoco en CABA.

Una construcción política nacional que empiece en las provincias es una novedad después de muchísimo tiempo en la Argentina. Hace rato que los intereses del país del interior no son prioridad para los gobiernos nacionales. Pasó con el kirchnerismo, que se refugió en el Gran Buenos Aires, y con el macrismo y La Libertad Avanza, profundamente porteñocéntricos.

Desde que asumieron como gobernadores, Pullaro y Llaryora potenciaron, junto con el entrerriano Rogelio Frigerio, la Región Centro. La idea era plantar la semilla de un nuevo movimiento federal. Desde ese lugar empujaron la baja de retenciones que la semana pasada anunció Javier Milei y ahora se convirtieron en el eje sobre el cual se estructura este lanzamiento político.

Santa Fe y Córdoba no solo son, después de la de Buenos Aires, las provincias más grandes, con mayor número de electores. También tienen una potencialidad económica que las convierte en actores fundamentales de cualquier apuesta de desarrollo productivo. Ese es el modelo que el “grito federal” se propone ofrecer: trabajo y producción serán dos palabras repetidas en este armado.

Que probablemente engorde con el correr de los días y los meses. El anuncio de este miércoles se realizó con tiempo suficiente como para que se sumen más jugadores: el cierre para la inscripción de frentes para las elecciones de octubre es el 7 de agosto y para presentar las listas de candidatos el 17 del mismo mes. Pero además, hay vida después de 2025.

Ya se habla de más gobernadores, como el puntano Claudio Poggi y el correntino Gustavo Valdés, y también de sectores que en el Congreso intentan ocupar el espacio opositor no kirchnerista, como el bloque que conduce Miguel Ángel Pichetto. Aunque en principio, sumar a figuras como el ex candidato a vicepresidente de Juntos por el Cambio no es algo que piensen concretar en lo inmediato.

Este nuevo frente también puede ser un llamador a futuro para mandatarios provinciales que para los comicios de este año están cerca de acordar para octubre con La Libertad Avanza, pero que por filosofía e historia en común están más cerca de sus colegas del “grito federal”. En esta lista hay que anotar al mendocino Alfredo Cornejo, al chaqueño Leandro Zdero y fundamentalmente al entrerriano Rogelio Frigerio. ¿También Jorge Macri?

Por lo pronto, desde el pullarismo llaman a no apurarse: “Nuestra bandera es el productivismo. No hay que salirse del discurso federal ni criticar en exceso a Milei; nosotros como él también defendemos el superávit fiscal y en nuestras provincias lo hemos conseguido”.

En cuanto al frente electoral en sí, lo más probable es que no haya un único nombre y que en cada provincia el gobernador le dé identidad propia. Pero el plan es confluir en un mismo interbloque en el Congreso que defienda los intereses de las provincias, aunque eso quedará para después del 10 de diciembre. Sería lógico pensar que también puede haber acuerdo, concretado el recambio en el Congreso, con el que hoy encabeza Pichetto, del que ya son parte los diputados socialistas de Santa Fe, Mónica Fein y Estaban Paulón.

¿Y Unidos? 

 

El lugar que gana Pullaro a nivel nacional, como uno de los líderes de esta propuesta, allana el camino para que quienes hoy componen la coalición del gobierno en Santa Fe terminen en un único armado en la elección de diputados nacionales. Aunque hay dificultades para conformar las aspiraciones de todos. 

Igualmente, el nombre del frente para los comicios de octubre no será Unidos, por si finalmente alguno de sus integrantes queda afuera y porque por ahora la prioridad no es nacionalizar la marca, sino cuidar el acuerdo que se sostiene a nivel provincial.

Por lo pronto, el PRO, aunque puede tener dirigentes que queden del lado de La Libertad Avanza como Gabriel Chumpitaz, ya dejó en claro que oficialmente juega con los gobernadores del “grito federal”. 

“Esta es una gran oportunidad para todos de demostrar lo que somos, lo que creemos. La unidad de los que producen y los que tienen la energía, el trabajo. El interior le va a mostrar a la Argentina que tiene mucho para darle y que hay otra forma de hacer las cosas”, se entusiasmó en diálogo con el programa El Contestador, de Radio 2, la vicegobernadora y presidenta del partido amarillo en Santa Fe, Gisela Scaglia.

El PRO santafesino tiene un objetivo electoral claro para octubre: renovar la banca de Germana Figueroa Casas en la Cámara de Diputados de la Nación. 

El socialismo busca algo parecido: conservar el lugar de Mónica Fein. En el partido de la rosa, en la reacción inicial, hay un entusiasmo prudente. 

“El radicalismo ya nos había insinuado esta posibilidad que ayer se materializó. Es positivo porque, ofrece un horizonte más allá de las elecciones de octubre que va por lo que nuestro partido siempre planteó: la salida del gobierno de Milei no es volver al kirchnerismo”, comentó un dirigente socialista consultado por Rosario3

Pero, a la vez, dejó en claro que eso no quiere decir que ya sean parte del acuerdo. “Nuestro partido tiene su propio proceso de discusión y hay que ver cómo cierran las listas”, dijo. Otra fuente del sector fue por el mismo lado: “Lo que definirá si somos parte o no es el encuadre que se le quiera dar a la propuesta”.

En las últimas elecciones presidenciales el PS apoyó la candidatura de Juan Schiaretti, ariete fundamental del “grito federal” de los gobernadores y seguramente cabeza de la lista de este frente en Córdoba. A la vez, es parte del gobierno de Pullaro. 

Claro, definir cómo se integra la lista no es un asunto fácil de resolver. Es el rompecabezas que terminará de encaminar o no una negociación que en gran parte dependerá de la mirada del gobernador y que tendrá un mojón fundamental el lunes, con una reunión entre la UCR, el socialismo y el PRO santafesinos. Todo en medio de la Convención Constituyente, donde la unidad también le viene costando a la coalición oficialista. Lo electoral no es la única cuestión a ordenar.