Este viernes fue imputada una policía de 21 años que trabaja en el Centro de Monitoreo de la Central de Emergencias 911 –actualmente en licencia por maternidad– y que está sospechada de haber filtrado información de las cámaras de videovigilancia a su novio gatillero para que cometa delitos. La suboficial Luna María R. fue arrestada en horas de la tarde del pasado lunes en la cárcel de Piñero, donde visitaba a su pareja Kevin Alfredo Ramos, con quien tiene un bebé de cinco meses.
En paralelo, un hermano de la agente fue imputado el miércoles por haber participado en los disparos contra la casa de Norma Acosta –una mujer que denunció casos de narcotráfico y también fue condenada por ese delito–, hecho que tuvo lugar el 7 de mayo pasado en Larguía al 3400.
Tras la audiencia de este viernes en el Centro de Justicia Penal, el fiscal Ramiro González Raggio explicó que a la agente policial le imputaron tres hechos en concurso ideal: “La violación de secretos, incumplimiento de deberes de funcionario público y encubrimiento por omisión de denuncia”.
El juez admitió la imputación y resolvió dictar la prisión preventiva domiciliaria porque la imputada tiene un hijo prematuro de cinco meses con una enfermedad congénita.
“La evidencia más contundente es la extracción de información del teléfono celular de su pareja, Kevin Ramos, persona que está privada de su libertad. A partir de esta primera causa se pudo tener el celular, allí están las conversaciones en las que logramos establecer un período temporal entre el 25 de agosto y el 5 de septiembre del año pasado”, indicó el fiscal.
En esas conversaciones, el funcionario judicial sostuvo en su acusación que la mujer “daba información de los posicionamientos geográficos de las cámaras y si estaban en funcionamiento o no”, además de “guardar y ocultar armas o elementos incriminantes de su pareja”.
El caso
El procedimiento fue llevado a cabo por la División de Asuntos Internos por pedido del fiscal González Raggio, que tiene a su cargo la investigación por el ataque a tiros contra una unidad de la línea 146 bandera roja que tuvo lugar el 5 de septiembre pasado en Grandoli y Spiro, en Tablada. Por esa causa hay varios detenidos. Como presunto autor material, Ángel “Soretito” M., un adolescente de 16 años cuya situación depende de la Justicia de Menores de Rosario, quien se cree que disparó por 50 mil pesos. El colectivo, según el legajo, recibió cinco disparos a las 20.13 del 5 de septiembre del año pasado. Al momento del hecho estaba el chofer y cinco pasajeros, que resultaron ilesos. Para la teoría del caso, el supuesto instigador fue Carlos Jesús “Pelo Duro” Fernández, detenido en la cárcel de Coronda, donde purga condenas por integrar la banda de René “Brujo” Ungaro, por balaceras y narcotráfico. Y los otros partícipes en el ataque fueron Damaris Betania “Pochi” Fernández, Kevin Ramos y Brandon Moreyra. A Ramos, la Justicia provincial le atribuyó haber sido quien dio la pistola al menor, que es su primo, para que dispare contra la línea 146. De la pericia telefónica realizada a su teléfono surgió que antes de caer preso recibía información sobre el funcionamiento de las cámaras de videovigilancia de parte de su novia, la suboficial Luna R. Ramos y su primo adolescente cayeron horas después del atentado contra el colectivo en un procedimiento que se hizo en el complejo Fonavi de Sánchez de Thompson al 200 bis, donde la Policía incautó 39 envoltorios de cocaína, un chaleco balístico,cinco celulares y cuatro chips.