La Sala IV de la Cámara Federal de Casación Penal confirmó las penas impuestas en la causa que investigó al narcotraficante peruano Julio Andrés Rodríguez Granthon (32), al financista Gustavo Pedro Shanahan (69) y a otros tres condenados en el expediente conocido como Cuevas Blancas, cuyo juicio oral concluyó en diciembre de 2023.
Las defensas de Rodríguez Granthon, Shanahan, Alfonso Sciortino (44), Gustavo Báez Aguilar (32) y Juan Román González (25) habían interpuesto recursos de casación que fueron analizados por los camaristas Mariano Hernán Borinsky, Javier Carbajo y Gustavo Hornos, a un año y medio del fallo dictado por el Tribunal Oral en lo Criminal Federal N.º 3 de Rosario (TOF3).
Los planteos objetaban diversas instancias del proceso: desde la investigación –que se inició a partir de una notitia criminis (anónimo) y estuvo a cargo de la División Antidrogas de la Policía Federal– hasta el juicio oral y la sentencia del TOF3.
El 27 de diciembre de 2023, el tribunal oral condenó al piloto comercial Rodríguez Granthon a 10 años de prisión como organizador de las maniobras de tráfico de estupefacientes desde el penal de Ezeiza (pena que unificó en 21 años por antecedentes); a Shanahan, como partícipe primario, a 7 años, en su rol de cuevero que abastecía de dólares al grupo; a Sciortino, como coautor, a 6 años; y a Báez Aguilar y González, como partícipes secundarios, a tres años de ejecución condicional.
Este viernes se conoció que la Sala IV rechazó los recursos interpuestos y confirmó la sentencia del TOF3 y sus fundamentos.
Una causa emblemática
Durante su alegato final en el juicio oral, el fiscal general Federico Reynares Solari destacó que en esta investigación “se siguió la ruta del dinero, y eso es una novedad”, en alusión a que no solo fueron detenidos vendedores y acopiadores, sino también el operador financiero predilecto del grupo: Shanahan, dueño de una cueva ubicada en calle España al 800. “Las bandas que compran material estupefaciente no pueden ir con una tarjeta a comprar cocaína: necesitan dólares”, explicó Reynares, quien señaló que “la cocaína es un commodity y los dólares son fundamentales para el giro comercial”. “Alguien advertido como Shanahan sabe eso”, dijo en relación con el financista, detenido en octubre de 2021. La banda distribuía drogas desde un búnker en Valparaíso al 2600, en Villa Banana. El acopio y corte de estupefacientes se realizaban en una casa de Espinosa al 6200. Todo era coordinado por Rodríguez Granthon desde la Unidad Penal de Marcos Paz. La investigación comenzó en abril de 2021 a raíz de una denuncia que indicaba que en una vivienda de Villa Banana se vendían drogas al menudeo. La propiedad era regenteada por dos hermanos de apellido Pérez: Facundo, alias Jirafa, y Ubaldo. Según el fiscal, Jirafa era el nexo con “el peruano”. La vigilancia sobre el punto de venta permitió constatar que se comercializaban unos 12 kilos de cocaína por quincena. El dinero recaudado era trasladado a un domicilio de calle Ovidio Lagos al 400, donde intervenía Marcos Díaz, un exjugador de rugby detenido recién en marzo pasado en Entre Ríos. En el juicio, Reynares y el fiscal auxiliar Matías Scilabra señalaron que la Brigada Antinarcóticos local detectó que Díaz transportaba bolsos y mochilas hacia oficinas ubicadas en un departamento de España y Rioja. Ese lugar fue allanado después de que una policía de civil que realizaba tareas de seguimiento en Villa Banana resultara baleada por un miembro de la banda de Rodríguez Granthon. En la cueva financiera que allí funcionaba, a nombre de Shanahan, se secuestraron cerca de 34 millones de pesos en billetes de baja denominación. “Queda absolutamente claro que Shanahan dirigía una cueva; no hay interrogantes sobre eso. Desde el aspecto objetivo, comete una intermediación financiera no autorizada”, sostuvo Reynares Solari en su alegato. Y agregó: “El aspecto subjetivo me permite afirmar que el dinero que circulaba por sus oficinas provenía de una actividad narcocriminal. Eso no podía ignorarlo”. Para el Ministerio Público Fiscal, “toda la ganancia que se generaba en Villa Banana era viabilizada a través de la cueva de calle España”, mediante la participación de Juan Román González y el exrugbier Marcos Díaz.