El cuerpo de Carlos "Bocacha" Orellano, el joven que en febrero pasado fue a bailar al boliche Ming de La Fluvial y lo encontraron muerto en el río Paraná, será exhumado este jueves para extraer un fémur y enviarlo a la morgue judicial de la Nación, para avanzar con los estudios complementarios a la autopsia realizada en Rosario.

Si bien en aquellas primeras pericias los forenses no encontraron golpes ni lesiones con la entidad suficiente para causarle la muerte, una prueba científica central para determinar si fue o no asesinado –la hipótesis de la querella que encabeza el abogado Salvador Vera– es conocer si ingresó o no al agua con signos vitales. Para eso, una especialista debía evaluar la presencia de diatomeas –microalgas– en la médula y la práctica es analizar el hueso más extenso.

Estaba previsto que la primera extracción de médula se hiciera en Rosario, pero el perito José Speranza, parte por la investigación que en el Ministerio Público de la Acusación el fiscal Patricio Saldutti, advirtió que no estaban dadas las condiciones.

El siguiente paso fue enviar el hueso a Buenos Aires, pero regresó un dictamen que lo rechazó. Lo que sucedió, explican, es que "no extrajeron el fémur completo sino cortado y los elementos utilizados para intervenir el cuerpo eventualmente contaminan; no se cotejó para establecer si así fue, pero sí señalaron que eso no permitía «una obtención de muestra fiable»". Es decir, hubo una extracción deficitaria.

En medio de una investigación que tuvo algunas confrontaciones entre las partes pero amplia participación en cada medida para garantizar transparencia, algo que impulsó Saldutti, eso sucedió a pesar de que todas estuvieron presentes en la autopsia, realizada bajo el Protocolo de Minnesota y filmada íntegramente, y validaron el procedimiento con su firma.

Además de las autoridades del IML, estuvieron Speranza (por el MPA), Mario Vignolo (por Ming) y Virginia Creimer, por la querella, quien no hizo objeciones formales pero sí posteriormente en medios de comunicación –ninguna sobre la metodología sino sobre presuntas complicidades en detrimento de la familia de la víctima–.

Las fuentes con acceso a la causa consultadas por Rosario3 señalaron que, en medio de un proceso engorroso y complejo para la familia, "no hay riesgo" porque "la médula ósea se mantiene intacta en huesos por varios años".


El proceso


Para la extracción fue convocada Mariana Selva, antropóloga de la morgue de la Corte Suprema de la Nación. En tanto, la pericia será realizada –con conformidad de las partes– por Nora Maidana, una reconocida bióloga especializada en diatomeas del Conicet y la UBA que intervino en los casos de Santiago Maldonado y Facundo Astudillo Castro.

El cuerpo será exhumado este jueves a las 8 de la mañana y trasladado, con custodia y registro fílmico de la Policía Federal Argentina (PFA), a la morgue judicial de Rosario. Estiman que las tareas demandarán entre dos y tres horas, tras lo cual el cuerpo será otra vez sepultado.

La propia Selva se llevará la muestra a Buenos Aires. Los estudios se realizarán, en principio, la próxima semana. El resultado podría estar a fines de enero o principios de febrero (estiman entre 30 y 45 días).

Entre otras pruebas, resta aún analizar y cotejar el ADN de muestras biológicas detectadas con luminol en un baño superior próximo a un balcón que da al río. Primero, determinar si efectivamente es sangre y si pertenece a Carlos Orellano.

Cuando reciba todos los informes finales, el fiscal Saldutti deberá determinar si imputa o no y por qué delito a los patovicas y policías investigados