Un viejo ladrón especializado en la modalidad escruche sumó una nueva condena a su extenso prontuario. El miércoles, Jorge Alberto Parrondo, de 61 años, acordó ante el juez Rafael Coria una pena de 10 años de prisión por liderar una banda que desvalijó siete departamentos del centro rosarino entre marzo y mayo de 2022. Es la tercera vez que la Justicia lo declara reincidente.

La condena fue impulsada por la fiscal Juliana González, junto con los defensores Marcos Cella y José Ferrara, luego de que Parrondo pasara más de tres años detenido con prisión preventiva. Un socio también fue condenado a seis años.

Según la acusación, Parrondo era el jefe de una asociación ilícita dedicada a cometer robos en viviendas aprovechando la ausencia de sus moradores, en forma organizada y sistemática, con roles diferenciados entre los miembros: jefe y organizador, apoyo externo y ejecutores. Entre los cómplices figuraban Jonatan Fernández –antiguo socio de Parrondo, ahora condenado a seis años de prisión–, Jonatan Flores –ya condenado– y otros sujetos no identificados.

El escruchante ya había sido condenado en 2017 a ocho años de cárcel por una causa similar, y anteriormente había purgado una pena de diez años por distintos delitos contra la propiedad, según archivos judiciales y periodísticos.

La Fiscalía indicó que, durante los hechos, Parrondo solía hacer de “campana” desde el exterior del edificio mientras sus cómplices ingresaban y violentaban las puertas de ingreso a los departamentos.

Además, era quien seleccionaba los blancos: realizaba tareas de inteligencia en las inmediaciones, verificaba los tipos de cerraduras, la distribución de los espacios comunes, la existencia de cámaras de seguridad, y averiguaba los teléfonos fijos de los domicilios, sus actividades y los hábitos de sus moradores. Luego, instruía a sus subordinados sobre cómo y cuándo debían ingresar y los guiaba por teléfono durante el robo.

Los siete escruches atribuidos a la banda ocurrieron entre marzo y mayo de 2022 en departamentos ubicados en Rivadavia al 2000, Pellegrini al 300, San Luis al 400, Catamarca al 1100, Wheelwright al 1700 (donde fueron violentados los pisos noveno y décimo) y Belgrano al 900. Este último hecho, ocurrido el 11 de mayo, fue el que permitió la detención de Parrondo, quien fue interceptado mientras circulaba en un Ford Focus blanco.

En su domicilio, ubicado en la zona noroeste de la ciudad, la Policía secuestró un teléfono celular cuyo número fue utilizado para comunicarse –días antes e incluso durante los robos– con los teléfonos fijos de las víctimas o de sus vecinos.

El acuerdo de juicio abreviado firmado por Parrondo contempla, además de la pena de prisión, la entrega de 5.500 dólares en concepto de reparación a las víctimas. También se le decomisaron un Ford Focus y un Peugeot 207, que fueron entregados a la agencia Aprad.

Su ladero Fernández, de 36 años, fue condenado a seis años de prisión por cinco de los hechos y por integrar la asociación ilícita. También deberá pagar 5.500 dólares a modo de reparación y se le decomisó una Renault Kangoo.