El padre Daniel Siñeriz afirmó que transita la muerte del papa Francisco “con tranquilidad y serenidad porque lo venía intuyendo” y con “emoción” por la partida de “una persona tan valiosa, que gastó el tiempo en dejar un legado fortísimo”, por lo que se preguntó: “¿Ahora cómo seguimos?”.

El cura que tiene su iglesia en el barrio Nuevo Alberdi, zona noroeste de Rosario, contó en La primera de la tarde (Radio 2) que en la bendición y saludo del domingo de pascuas lo vio muy debilitado y “era como decir hasta acá llegamos, con el último aliento”.

Siñeriz destacó el momento del deceso de Jorge Bergoglio, en medio del clima pascual, que implica que “la muerte ha sido vencida”. “Llegó a un punto culminante, que es el punto de la pascua, cuando se hace el paso de la muerte a la vida, ahí da este paso Francisco”, explicó.

Sobre su obra, el sacerdote reflexionó que el Papa “gastó el tiempo en dejar un legado fortísimo, con gestos, palabras, enseñanzas, escritos; todo un empeño fuerte, apasionado, para decir acá está, este es el Evangelio, vamos para adelante que tenemos un mundo por hacer”.

“Nunca dejó de señalar la dificultad del momento, la crisis de la humanidad, pero siempre con la buena noticia de que es posible hacer algo distinto y hacer algo mejor, una actitud de esperanza permanente”, definió.

El cuidado de la casa común y los más pobres

El cura que está cargo de la parroquia San Joaquín y Santa Ana y también sostiene una columna en el programa que conduce Sergio Roulier recordó este lunes que él deseaba desde el comienzo del papado una “transformación de la Iglesia y ya cuando asume el pontificado lo plasma en la «Alegría del Evangelio para la evangelización»".

“Ahí dije acá viene algo muy fuerte, sobre todo por la historia de la Iglesia y por sus corrientes conservadores. Pensé: «basta con que este hombre inicie un proceso de transformación». Y él lo inició. La pregunta más fuerte es: ¿ahora cómo seguimos?”, continuó.

En ese sentido, mencionó el texto “Laudato si' (2015)”, sobre el cuidado del planeta y del ambiente con el concepto de proteger la “casa común”. Después, en “Fratelli tutti (2020)”, avanza sobre qué hacemos en esa casa común: “Nos hacemos hermanos, nos cuidamos todos”.

“Son mensajes programáticos, no solo para la Iglesia, para la humanidad”, definió.

“Hay dos clamores que tenemos que escuchar –agregó–: el clamor de la tierra que la estamos maltratando y el de los pobres que son los que más sufren las consecuencias, los que viven al lado del río, los que más padecen cuando se produce un desborde”.

“El legado es fortísimo y por eso no creo en un antes y un después, creo en una continuidad, ojalá estemos a la altura de darle a este legado la continuidad que se merece”, planteó.

Sobre la elección de un nuevo Papa, Siñeriz dijo que votaría por un líder con su perfil, con “la misma pasión humanitaria de ese hombre, buscaría un ser profundamente humanitario que le hace falta no solo a la Iglesia, salir a la periferia y estar atento al que sufre”.