Argentina ya es potencia cripto, pero la carga fiscal sigue jugando en contra. El segundo Fintech Meetups organizado por la Cámara Argentina Fintech en la Bolsa de Comercio de Rosario fue algo más que un evento sectorial. Fue, en palabras de su director ejecutivo, Mariano Biocca, una declaración de principios: la Argentina ya es uno de los cinco principales polos tecnológicos del mundo en blockchain, y si el Estado se decide a acompañar, puede convertirse en una potencia global.
“Rosario tiene magnetismo. No solo pasan cosas, sino que las genera. Y este tipo de encuentros solo funcionan donde hay energía real”, arrancó Biocca, en una sala colmada de representantes del sistema financiero, del mundo cripto y de pymes tecnológicas.
La columna vertebral del evento fue la fusión entre tecnología financiera, mercado de capitales y regulación, con la participación del titular de la CNV, Roberto Silva, y CEOs de los principales mercados del país. Pero más allá de los paneles, el mensaje que bajó fuerte fue otro: la tecnología está lista, los usuarios también, pero lo que frena la adopción masiva es el sistema impositivo argentino.
“El único freno real para la digitalización absoluta de la economía es la carga fiscal. Las soluciones están, la gente las quiere usar, pero los impuestos terminan alejando al comerciante y al consumidor del pago digital”, sentenció Biocca. El conflicto con las provincias por ingresos brutos y la falta de coordinación tributaria entre jurisdicciones fue uno de los temas en los últimos meses.
Mientras tanto, el ecosistema no para de crecer: cada vez más pymes acceden a financiamiento desde el celular, ya sea con factura de crédito electrónica, Obligaciones Negociables digitalizadas o esquemas de tokenización. De hecho, el crecimiento del evento en Rosario fue del doble respecto al año anterior, sin estrategias de marketing agresivo: creció solo, con tracción orgánica, como una prueba empírica de que el mercado quiere moverse.
Pero Biocca fue más allá: “Cuanto más digitalizada está la economía, más información hay. Y con más información, el crédito mejora y el Estado puede ampliar la base imponible sin necesidad de subir impuestos. Es un círculo virtuoso que no estamos aprovechando del todo”.
En ese sentido, pidió un marco normativo más ágil y proactivo, capaz de potenciar lo que ya existe: un suelo fértil de talento, innovación y usuarios digitales. “Ya somos potencia en blockchain. Como en el fútbol: tenemos suelo, tenemos talento, tenemos historia. Ahora falta que el Estado se decida a jugar en serio este partido”.
Y como en el fútbol, el tiempo corre.
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