La escudería Red Bull Racing anunció este miércoles la salida de Christian Horner, el CEO del equipo, poniendo fin a una era de 20 años que lo tuvo como figura central en la consolidación del equipo como una potencia de la Fórmula 1. Una decisión que sacudió al mundo del automovilismo.

Su lugar será ocupado “con efecto inmediato” por el francés Laurent Mekies, quien hasta ahora dirigía el equipo Visa Cash App Racing Bulls, filial de Red Bull.

El comunicado oficial confirmó la desvinculación de Horner, quien había ingresado a la escudería en 2005 y fue pieza clave en la conquista de seis campeonatos de constructores y ocho títulos mundiales de pilotos: cuatro de Sebastian Vettel y otros tantos Max Verstappen.

Bajo el liderazgo de Horner, ahora despedido, el equipo logró 124 victorias en un total de 405 grandes premios disputados.

Sin embargo, su salida se da en un contexto complejo. En 2024, Horner fue investigado por una denuncia interna por "comportamiento inapropiado" presentada por una empleada del equipo. Aunque la investigación concluyó con su absolución y se desestimó una apelación posterior, el episodio —popularmente conocido como el ‘sexgate’debilitó su posición dentro de la estructura de Milton Keynes y afectó su imagen pública y puertas adentro.

"Queremos agradecer a Christian Horner su excepcional trabajo durante los últimos 20 años. Con su incansable compromiso, experiencia, conocimientos y pensamiento innovador, ha sido fundamental para establecer Red Bull Racing como uno de los equipos más exitosos y atractivos de la Fórmula 1", expresó Oliver Mintzlaff, CEO de Proyectos Corporativos e Inversiones de Red Bull.

“Gracias por todo, Christian, y siempre seguirás siendo una parte importante de la historia de nuestro equipo”, agregó en declaraciones replicadas por diversos medios.

La tensión dentro del equipo se había vuelto evidente desde hace tiempo. La relación entre Horner y Max Verstappen, cuatro veces campeón del mundo, era tirante, en gran parte por conflictos con Jos Verstappen, ex piloto y padre del actual corredor estrella.

Por ello, crecieron los rumores sobre una posible salida de Max de Red Bull, mientras el equipo viene experimentando una notable caída en su rendimiento: solo obtuvo una victoria en las últimas nueve carreras y perdió terreno frente a escuderías como McLaren, que hoy aparece como la nueva referencia a vencer.

El cambio de mando se producirá antes del próximo Gran Premio de Bélgica, que se celebrará del 25 al 27 de julio en el circuito de Spa-Francorchamps.