Un funeral profundamente emotivo pero aislado. Una despedida popular que al mismo tiempo es íntima, por la imposibilidad de reunirse en medio de la cuarentena por el coronavirus. Ese duelo, ese impulso por hacer algo porque se fue el Trinche, porque mataron a Tomás Carlovich, ídolo de Central Córdoba y leyenda del fútbol rosarino, empujó a hinchas y amigos –que eran casi lo mismo en barrio Tablada– a realizar distintos homenajes en el Gabino Sosa. Los músicos cantaron, una pareja dejó un crespón negro y el canchero charrúa se sentó solito con una pelota en la misma tribuna que ocupaba el Trinche en los últimos años. Un adiós al ídolo que se parece también al cierre de una época del fútbol, que ya cambió y es otro, al igual que la ciudad y sus calles, ahora más violentas.

Varias escenas reflejaron esa sensación en el estadio de zona sur este viernes al mediodía, a horas de conocerse la muerte de Carlovich en el Heca, por las heridas sufridas en el violento robo de su bicicleta que sufrió el miércoles pasado.

Un hombre llegó caminando al Gabino, se acercó al mural del Trinche pintado en una de las paredes, lo abrazó y le dio un beso y, así en silencio como apareció, se fue. Una pareja, con barbijos por la pandemia del coronavirus, que obliga a una despedida diferente de los seres queridos, colgó un crespón negro en una columna frente a la puerta de estadio.

“Es un acto de tristeza y de homenaje al hombre que de manera desinteresada derramaba alegría para toda la gente del barrio. Para los que lo vimos jugar, y también mis hijos y nietitos que no lo vieron pero la leyenda trasciende”, dijo el hombre al periodista Juan Pedro Aleart (De 12 a 14, El Tres).

Mientras tanto, en el interior del Gabino, el canchero, conocido como Chupa, había ingresado en soledad a la tribuna donde se sentaba el Trinche. Buscó la zona del ídolo asesinado y ahí se quedó con una pelota bajo el brazo.

“Estoy triste con lo que ha pasado. Se nos fue un grande. Tablada está muy mal”, alcanzó a decir el hombre del club de zona sur y contó que le subió la presión y venía de hacerse un chequeo médico: “Ya me calmé un poco”.

Crespón negro en el Gabino Sosa en honor a la partida del Trinche Carlovich

El canchero recordó que Carlovich ingresaba al Gabino para alentar y acompañar a los jugadores que lo sucedieron, “andaba medio mal de la cadera pero se sacaba fotos con fotos, acá era una familia”. “Se nos fue un grande, Maradona lo dijo, yo lo vi jugar y hacer grandes cosas. Se nos fue el mago que tenía el charrúa”, agregó.

“El mago de Tablada se nos fue hoy, la magia, la alegría. Del mundo lo venían a ver, «vengo de España, de Italia, para hacer un libro, una nota»”, recordó Chupa y en ese momento se escuchó de fondo de la tribuna que da a calle Virasoro un: “Vaaamos Trincheee".

“Era el mago de Rosario, el Maradona de Rosario”, dijo y lamentó el desenlace fatal del robo violento que sufrió el ex jugador el miércoles pasado. Culpó “a la droga, esa maldita droga” y quienes “no tienen familia, no tienen nada y viven por vivir y que me lo hayan matado así es feísimo”.

Una canción para el ídolo

 

Tres amigos y una canción. Esa fue una de las primeras despedidas espontáneas en el Gabino Sosa con hinchas, que de alguna manera eran sus amigos también porque era “un ídolo cercano”, como ellos lo definieron.

“Estaba en mi casa y vine acá a despedirlo, a ver dónde él se sentaba. Al ratito vino Pablo y después Julián”, dijo Pupe, el mayor del trío hinchas que se acercó a la zona de murales del Gabino Sosa.

“El Trinche es un ídolo que podías hablar con él. Un tipo divino de otro planeta. No era Diego que te ponen una valla y lo ves a 50 metros, si querías ver al Trinche estaba en la cancha sentado ahí arriba”, recordó y lo definió: “Era el mito que estaba al lado de uno. El ídolo de barrio, un tipo muy sencillo”.

Hinchas de Central Córdoba recordaron al Trinche en el Gabino

A su lado, Julián alcanzó a decir antes de emocionarse: “Vi mucha gente que pasa en bici o caminando por acá y hacen un pequeño duelo”. Pablo aseguró que le dedicó una canción y que Carlovich la escuchó y le mandó un mensaje. El tema, que cantó para la cámara de El Tres, habla de "el último de los rebeldes que vio la cancha pisar”.

Pasaron por el Gabino Sosa también el técnico de Central Córdoba Marcelo Vaquero, el periodista deportivo y actual senador provincial, Marcelo Lewandowski, y hasta quien dejó una rosa en el centro del campo de juego. Tiempos difíciles incluso para despedir a seres queridos.Tablada y Rosario le dice adiós a un romántico del fútbol, a un Don Quijote de la pelota, asesinado por una bicicleta.