Cuando el frío se instala y las calefacciones comienzan a secar hasta las plantas del living, la piel también empieza a pasarla mal. Y, aunque muchos siguen usando la misma rutina todo el año, lo cierto es que la piel necesita un trato especial en los meses fríos.
A continuación, los pasos clave para mantener la piel feliz, hidratada y luminosa, sin complicarse demasiado:
-Paso 1, Limpieza suave pero efectiva: En esta temporada la piel necesita una limpieza que no arrase con su barrera natural. Las leches limpiadoras, los aceites y los bálsamos son los nuevos favoritos. ¿La consigna? Que limpien sin resecar.
-Paso 2, Tónico hidratante (sí, aunque haga frío): El tónico sigue siendo el paso olvidado, pero en otoño-invierno puede hacer toda la diferencia. Uno con ácido hialurónico o ingredientes calmantes como el agua de rosas ayuda a preparar la piel para los pasos que siguen. Y si viene en bruma, mucho mejor.

-Paso 3, Suero nutritivo, el héroe silencioso: Los sueros son como shots concentrados de amor para la piel. En estos meses, los que contienen niacinamida, vitamina C o ceramidas son ideales para proteger, iluminar y reforzar la barrera cutánea. ¿Otro tip? Aplicarlos con suaves toquecitos, nada de arrastrar.
-Paso 4, Hidratación que abrace: La crema hidratante de otoño-invierno tiene que ser como una manta suave para la piel. Texturas más densas, ingredientes como manteca de karité o escualano, y fórmulas que retengan el agua por más tiempo. Acá sí vale pasarse un poquito.
-Paso 5, Protección solar, aunque esté nublado: El sol sigue ahí, incluso cuando no se ve. El protector solar no se negocia. Sí, también en invierno. Los rayos UVA atraviesan las nubes y las ventanas, y siguen siendo responsables del envejecimiento prematuro. Así que SPF 30 (o más), todos los días.

-Paso extra (pero clave), exfoliación suave 1 o 2 veces por semana: Con el frío, la piel tiende a acumular células muertas. Una exfoliación química suave (como con ácidos AHA o PHA) puede devolverle el brillo sin irritarla. Pero ojo: nada de exfoliantes arenosos o demasiado agresivos.
-Bonus de temporada, mascarillas hidratantes, labios cuidados y mucha agua: Las mascarillas tipo “sleeping masks” son ideales para una noche de mimos. Los labios también necesitan atención con bálsamos nutritivos (con lanolina, miel o manteca de cacao). Y sí, aunque no tengas sed, hidratarse por dentro sigue siendo fundamental.

Por supuesto, es recomendable que previo a cualquier aplicación de productos se realice una consulta pertinente con un especialista que garantice que la propia piel es apta para ello.