Mientras en el interior del Congreso se aprobaba el DNU de acuerdo con el FMI, en las inmediaciones del Congreso se desarrolló este miércoles la concentración para defender a los jubilados y repudiar la represión de la semana pasada.
La marcha de este miércoles estuvo mediada por un intenso operativo de seguridad con vallados y calles cortadas desde la mañana, en una zona que supera las diez manzanas porteñas.
La Ciudad de Buenos Aires desplegó 900 policías y 600 agentes de tránsito. Se sumaron a los efectivos de la Policía Federal y de Gendarmería bajo las órdenes de Nación.
La marcha se realizó sin incidentes y con numerosos participantes entre los jubilados que se movilizan cada miércoles y el acompañamiento de organizaciones sociales, políticas y sindicales tal como ocurrió en Rosario.
Cuando se estaba desarrollando la desconcentración apareció un grupo de manifestantes que no había participado de la jornada de protesta y se registraron incidentes aislados y momentos de tensión con las fuerzas de seguridad.
Cerca de las 20, cuando ya se había desconcentrado la movilización que transcurrió sin disturbios, apareció el nuevo grupo de manifestantes, que intentaron derribar las vallas, tiraron piedras y comenzaron a cruzarse con los efectivos de seguridad.
A pesar de que se registraron algunas corridas y forcejeos, además de algún intento de derribar las vallas dispuestas, la situación no pasó a mayores.

Desde temprano, el Gobierno nacional advirtió que “la policía va a reprimir todo atentado contra la República” y refirió que “protesta no es violencia” a través de un mensaje mostrado en las pantallas de las estaciones de tren del área metropolitana de Buenos Aires. También hubo controles policiales a los ciudadanos.
Así está Constitución. Completamente militarizada, con efectivos pidiendo el DNI de manera discrecional y con la pantalla gigante avisando que hoy la Policía va a reprimir.
— Revista Cítrica (@revistacitrica) March 19, 2025
Para esto se reunieron ayer la ministra Bullrich, Luis Petri y el jefe de los servicios, Santiago Caputo. pic.twitter.com/IBym70Jm5U
Jubilados y pensionados reclamaron -como lo hacen todas las semanas- un aumento en sus haberes.
La semana pasada contaron con el apoyo de hinchas de clubes de fútbol (el gobierno los calificó de "barras" o "delincuentes") y las fuerzas de seguridad desató una fuerte represión con heridos, uno de ellos muy grave (el fotógrafo Pablo Grillo).
Esta nueva convocatoria contó con presencia de diversos movimientos políticos, sindicales y sociales en respaldo a los manifestantes.
