El “gigoló” Sergio Salomoni, quien había sido detenido en marzo de 2023 en Granadero Baigorria por diversas causas de estafas, accedió este miércoles a un acuerdo abreviado y fue condenado por la Justicia a una pena unificada de tres años de prisión efectiva y una pagar 200 mil pesos a cada una de las seis víctimas.

A instancias de un acuerdo entre la Fiscalía y la defensa, Salomoni reconoció los delitos de estafa, arrogación de títulos y honores y defraudación frente al juez Nicolás Foppiani.

La fiscal Mariángeles Lagar dijo que en el espacio temporal de diciembre de 2017 y mayo de 2020, Salomoni cometió seis hechos de estafa a seis víctimas mujeres, simulando ser en ocasiones miembro de una empresa financiera y en otras oportunidades ser abogado y propietario de una empresa frigorífica.

De esta manera –dijo la fiscal–, el condenado lograba una relación de confianza con las damnificadas, solicitándoles dinero, algunas veces, para que inviertan en compañías ficticias y logrando que tomen un préstamo bancario o le proporcionen dinero particular para realizarlo.

También se le atribuyó –habiendo aprovechado la situación de vulnerabilidad financiera de la víctima– haberle manifestado que era abogado y que la podía ayudar. Con ese ardid logró que la denunciante entregara 22.200 pesos que, en teoría, se iban a utilizar para iniciar y apresurar los trámites encomendados y comprar dólares.

Asimismo, se le atribuyó haber utilizado una tarjeta de crédito a nombre de una víctima a los fines de realizar compras personales sin que se le haya concedido el permiso. La tarjeta había sido entregada por la denunciante para cargar gastos de viáticos.

El imputado tenía una condena de tres años de prisión condicional por estafas reiteradas (tres hechos) dictada el 5 de mayo de 2022 por el Juzgado Correcional Nº 1 de San Nicolás.

Manipulador

Allá por marzo de 2023, Marisa, una mujer engañada por el mentado “gigoló”, relató su caso en diálogo con el programa Telenoche Rosario y aseguró que el hombre “tiene el perfil de un manipulador”.

“No puedo creer que haya caído. Le dimos todos nuestros ahorros y sacamos préstamos”, manifestó la víctima y dijo además recolectó otros testimonios similares en otras partes del país.

Casos puntuales


En noviembre de 2019, Salomoni se hizo pasar por abogado y propietario de una empresa financiera de establecimientos rurales y entabló una relación de amistad con la víctima a través de una red social de parejas, en la cual le ofreció comprarle dólares a través de su empresa. La víctima entregó 115 mil pesos para la compra de 2 mil dólares. Sin embargo, Salomoni nunca se devolvió los pesos ni los dólares.

En otra ocasión, se presentó como abogado de una empresa de frigoríficos y de una financiera y con ese disfraz abusó de la confianza obtenida con la víctima en el marco de una relación sentimental. Invitó a la mujer a invertir en un criadero de cerdos y le pidió que tomara un crédito en el Nuevo Banco de Santa Fe por 540 mil pesos.

También se ofreció a contratar personal para que realizara una remodelación en el departamento de la víctima, por lo que pidió un adelanto de 70 mil pesos. La tarea, por supuesto, nunca se realizó.

En ese departamento, la damnificada tenía guardados poco más de 10 mil dólares que fueron sustraídos.

Salomoni continuó esquilmando a la misma víctima. La fiscalía dijo que recibió un millón de pesos para continuar con la inversión en el negocio del criadero de porcinos, a la vez que continuó sacando plata desde el homebanking de la mujer.

También solicitó, sin consentimiento, una extensión de una tarjeta de crédito, con las que hizo compras por el monto de 219 mil pesos. Con el fin de abonar las cuotas mensuales de la tarjeta de crédito, la víctima pidió un préstamo en Crédito Argentino por un monto de 334 mil pesos que el acusado se comprometió a abonar. Claro está, Salomini dejó a la víctima pagando.

Por todo ello, deberá ahora “reparar” económicamente a seis damnificadas con unos devaluados 200 mil pesos cada una.