Este lunes se cumplieron 7 años y 7 meses de la desaparición de Paula Perassi. El detalle –su hija fue vista por última vez el 18 de septiembre de 2011– fue advertido por Alberto, su papá, quien no olvidó la trágica fecha a pesar de que en tres días está previsto el comienzo del juicio oral y público por la muerte de su hija, una instancia más que esperada por él y su familia, incansables buscadores del paradero de la joven mujer sanlorecina. En diálogo con Rosario3.com, el hombre que exige tener los huesos de su hija y que chaleco antibala encima nunca paró de reclamar por ella, aseguró que espera con confianza la llegada de la verdad y la condena a los culpables. También recordó a Paula como una hija cariñosa y muy dedicada a sus hijos.

“Estamos bien, esperando a contar lo que ha pasado, esperando declarar. Pidamos a Dios que nos dé la verdad y a la Justicia, justicia”, sostuvo a tres días del inicio del juicio por la muerte de Paula, de la que están acusadas 9 personas. Según precisó, recién el lunes 27 de marzo,a las 8.30, está citado a declarar mientras que su esposa Alicia hará lo propio el 1º de abril próximo.

“Me siento confiado porque tengo la verdad, siempre la tuve en mis manos. Se sabe cómo sucedió todo pero lo fueron tergiversando la Policía, el poder político y judicial, querían aguantar a que me muera o que parara esto pero no fue posible porque dios me dio fuerza y acá estoy entero para encarar el juicio”, remarcó.

Perassi quiere que se conozca lo que pasó con su hija. “Me tienen que dar justicia. Quiero la verdad para mis nietos, siempre dije que quiero encontrar los huesos de mi hija pero si hay pacto de silencio, aunque yo haya dicho que no quiero meter a nadie preso, si no lo logro, voy a trabajar para que se pudran en la cárcel”, manifestó en relación a los acusados.

Consultado sobre su seguridad, teniendo en cuenta que ha sufrido ataques y amenazas, sostuvo: “Tengo seguridad personal y mi chaleco. No tengo miedo, a mí no me van a amedrentar, ya me han hecho cualquier cosa. Yo sólo le tengo miedo a quien no me dice nada”, deslizó en relación al “pacto de silencio” que sostiene que existe en torno a la desaparición de la joven, del cuál se preguntó: “¿Quién lo paga?”.

Finalmente, Alberto recordó a Paula como “una ama de casa que cuidaba a sus dos hijos como nadie, los adoraba”. “Era una mujer como cualquier otra ama de casa, venía todos los día a mi casa aunque vivíamos bajo distintos techos siempre nos visitaba con los chicos”, contó. Para su papá, Paula era una mujer de familia, amorosa, confiada y sensible y considera que “se equivocó” al relacionarse con Gabriel Striuma: “Tuvo la mala suerte de caer en manos de esta banda”, apuntó.

“Cuando salió de su casa por última vez, se fue sólo con el teléfono, pensaba que iba a regresar pero no volvió. Le diría a (juez sanlorencino Eduardo) Filocco – quien procesó a Strumia y a Alberto Díaz por haber llevado a Paula a Timbúes contra su voluntad– que tildó de “loquita” a Paula, que se había calentado y que iba a volver, ¿qué pasa? ¿se equivocó?, porque pasaron 7 años y medio y no volvió más”, terminó.