Alejo Arias, el joven mendocino que pasó casi dos años preso en una cárcel de El Salvador, regresó este jueves a su provincia natal, tras acordar un juicio abreviado con la Justicia de ese país centroamericano.

Ya en la Argentina, Arias mantuvo una reunión con autoridades de la Cancillería y por la tarde viajó a Mendoza. Desde el aeropuerto El Plumerillo se trasladó hasta Rivadavia, su localidad de origen, donde se reencontró con familiares y amigos.

"Estoy agradecido a mi patria, que nunca me dio la espalda. Muy agradecido a todos", dijo el joven en diálogo con el diario Los Andes, y reconoció que los días previos al viaje los vivió "con mucho nerviosismo y mucha ansiedad". También contó que su paso por prisión "fue difícil", aunque señaló que ahora planea "dar vuelta la página, porque la vida siempre da revancha".

Por su parte, el abogado Miguel Ángel Pierri explicó al mismo medio que "se realizó un juicio abreviado en El Salvador: Alejo admitió la responsabilidad y se le conmutó la pena" por el tiempo que ya había cumplido.

Arias, de 26 años, había sido detenido el 14 de julio de 2023, cuando la policía salvadoreña allanó la financiera donde trabajaba, junto a otros empleados –la mayoría de nacionalidad colombiana–. Según las autoridades de ese país, la empresa estaba vinculada a actividades ilícitas. El joven argentino, sin embargo, proclamó siempre su inocencia y aseguró que desconocía cualquier acusación contra la firma.

Desde su detención hasta su liberación, sólo pudo recibir la visita de su padre, Mauricio. En 2023, el hombre había contado: "Él salió el 6 de marzo desde Mendoza para trabajar allí con una propuesta laboral. Iba a recibir un permiso de seis meses. Se trataba de una financiera, para un trabajo de lunes a sábado, de 8 a 12 horas".

Alejo al arribar al aeropuerto. Foto: Diario Uno.

"A Alejo lo detienen por asociación ilícita. Él se fue a trabajar sin saber que la empresa no era legal. Esperaba que le dieran el permiso para trabajar tranquilo", había declarado entonces.

Había viajado al país centroamericano en marzo de 2023 con la esperanza de trabajar durante seis meses en una empresa, con el sueño de ahorrar lo suficiente para costear sus estudios de Radiología.

Los planes de Alejo se vieron truncados cuando en julio de 2023 fue arrestado en un operativo contra una supuesta banda ilícita de origen colombiano, de la cual las autoridades salvadoreñas lo acusaron formar parte.

Habían calificado como ilegal a la empresa, por lo que era perseguida por Nayib Bukele, el presidente de El Salvador, durante el "régimen de excepción".

Alejo fue detenido en la puerta de su condominio, acusado de ser parte de una red de lavado de dinero. En la razzia cayeron 110 sospechosos y él fue el único argentino.

Según Diario Uno, durante su tiempo en El Salvador, Alejo enfrentó duras condiciones de encarcelamiento. Inicialmente recluido en una prisión de máxima seguridad, sus familiares en Argentina iniciaron gestiones para mejorar sus condiciones y garantizar su bienestar.

Llegaron hasta escribir una carta al papa Francisco. La intervención de la Cancillería argentina, así como de su abogado, lograron su traslado a una prisión de seguridad media, donde su padre pudo visitarlo personalmente.

Las condiciones se aliviaron, por lo que al país llegó en buenas condiciones. “Realmente estaba bien cuidado. La cuestión humanística desde el servicio consular se cumplió. Tuvo nutricionista y psicóloga a disposición”, contó el abogado Pierri.