La familia de Fernando Farías, el rosarino de 34 años que se había ido a vivir a Florianópolis (sur brasileño) años atrás y murió el pasado martes, difundió un mensaje público dando a conocer la traba burocrática en la que se encuentra el cuerpo en el marco de Semana Santa, que llevó a que la justicia demore su traslado para darle digna sepultura en su ciudad.
En un mensaje público difundido a los medios, los allegados del joven explicaron que si bien ya cuentan con el acta de defunción, aún resta la orden judicial que permite la liberación del cuerpo, ni fecha posible de cuándo podían obtenerla, para trasladarlo en un vuelo a Rosario.
La hermana y el papá de Fernando viajaron en cuanto supieron de su deceso a Florianópolis, y desde entonces buscan formas de agilizar el proceso, que al momento no tuvo resolución. A esto se suma que en Brasil este lunes también es feriado, por lo que esta causa sería resuelta recién desde el martes próximo.
“Llegamos a Brasil el miércoles 16 de abril, con el objetivo de facilitar urgentemente toda la documentación necesaria para la liberación del cuerpo, antes de las largas vacaciones. Todos los trámites legales ya fueron realizados y entregados a los organismos competentes”, precisaba Cintia, la hermana de Fernando, desde Florianópolis.
Pero les informaron que al tratarse de una muerte violenta (ya que Fernando se quitó la vida) y haber solicitado la cremación, se requiere autorización del juez de turno para asegurar que no se cometió ningún delito. “Entendemos la atención del sistema de Justicia, pero el Instituto Médico Legal (IML) ya concluyó oficialmente que fue un suicidio, y como familia confirmamos que Fernando padecía una fuerte depresión desde hacía años”.
El pasado jueves se difundió el asunto al conocer los Farías que necesitarían siete mil dólares para cubrir los gastos de su traslado. El pedido de acelerar el trámite además suma que “el proceso de cremación tomará al menos dos días más. Necesitamos que el tribunal de turno actúe con la urgencia que este caso exige”, finalizó Cintia.
A pesar de existir un servicio de guardia judicial, les informaron que es probable que no se tomen medidas hasta el martes 22 de abril, y es por eso que expresaron: “Pedimos la sensibilidad de las autoridades y la ayuda de la prensa para visibilizar este caso. Esta situación va más allá de la burocracia: es una cuestión de humanidad. Mis padres, especialmente mi padre de 73 años, están de duelo en un país extranjero, incapaces de iniciar el proceso de decir adiós. Lo único que queremos es llevar los restos de Fernando a Argentina para que mi madre pueda despedirse de su hijo”.