El presidente estadounidense, Donald Trump, advirtió este viernes que Washington podría retirarse “muy pronto” de los esfuerzos por alcanzar un acuerdo si no se logra avanzar hacia el fin de la guerra en Ucrania.
“Dejaremos de intentar resolver la guerra en Ucrania si Rusia o Kiev complican demasiado el fin del conflicto”, declaró el mandatario a los periodistas. “En este momento, la situación está llegando a un punto crítico”, subrayó. “No hay un número específico de días, pero rápidamente, queremos solucionarlo”.
Más temprano el viernes, el secretario de Estado norteamericano, Marco Rubio, pasó el mismo mensaje tras una serie de reuniones en París con representantes de Estados Unidos, Europa y Ucrania.
“Tenemos que determinar en los próximos días si una tregua es factible. Si no lo es, debemos pasar a otra cosa. Estados Unidos tiene otras prioridades”, expresó Rubio a la prensa desde el aeropuerto Le Bourget, antes de emprender su regreso.
Rubio señaló que Trump ha dedicado 87 días al más alto nivel de su gobierno para intentar poner fin al conflicto, luego de haber otorgado a sus enviados un plazo inicial de 100 días para lograr este objetivo. A su vez, destacó el rol de aliados europeos: “Creo que Reino Unido, Francia y Alemania pueden ayudarnos, hacer que las cosas avancen y acercarnos a una resolución. Sus ideas me parecieron muy útiles y constructivas”.
Sin embargo, el tono fue claro: Estados Unidos no piensa prolongar indefinidamente sus esfuerzos. “Estaremos listos para ayudar cuando ustedes estén listos para la paz, pero no vamos a continuar este esfuerzo durante semanas y meses”, subrayó Rubio, recordando que el conflicto —iniciado con la invasión rusa en febrero de 2022— ocurre en territorio europeo. “Si nos alejamos tanto de la posibilidad de la paz, creo que el presidente dirá: «Se acabó’» Tenemos que determinar muy rápidamente, y hablo de días, si esto es factible en los próximos meses”, insistió.
Desde su regreso a la Casa Blanca en enero, Trump ha promovido un acercamiento sorprendente con su homólogo ruso, Vladimir Putin, y ha intentado impulsar un alto el fuego. Kiev aceptó una propuesta estadounidense de cese de hostilidades por 30 días, sin condiciones, pero Moscú no la acató.
Francia y Reino Unido, por su parte, formaron una “coalición de voluntarios” de alrededor de treinta países que trabaja para garantizar un posible cese del fuego. No obstante, los esfuerzos diplomáticos enfrentan obstáculos persistentes. El jueves por la noche, nuevos bombardeos rusos mataron al menos a dos personas e hirieron a otras 40 en distintas ciudades ucranianas.
Por otra parte, las autoridades ucranianas confirmaron que Moscú ha entregado en las últimas horas los restos mortales de 909 soldados caídos en combate.
La tregua parcial ordenada por Putin el 18 de marzo, que suspendía ataques rusos contra infraestructuras energéticas durante 30 días, también expiró. “Efectivamente, el mes expiró. Por el momento, no ha habido otras instrucciones del comandante en jefe supremo”, dijo el vocero del Kremlin, Dmitri Peskov. La frágil moratoria fue objeto de constantes acusaciones mutuas de incumplimiento entre Moscú y Kiev.
Putin había dispuesto la suspensión temporal tras una conversación telefónica con Trump, y poco después Washington anunció acuerdos bilaterales con ambas partes. Sin embargo, nunca se precisaron las condiciones, ni la duración real del acuerdo.
Trump, determinado a cerrar el conflicto lo antes posible, propuso un alto el fuego completo e incondicional. Aunque Kiev aceptó, Putin lo rechazó. “Rusia desea solucionar este conflicto, salvaguardar sus intereses y permanece abierta al diálogo”, aseguró Peskov.