El cuerpo de Pablo Ovando, el guía de pesca del que no se sabía nada desde el pasado martes 15 de abril fue hallado en la madrugada de este sábado. El hombre había salido a pescar junto con su hijo Agustín de 4, que también fue encontrado sin vida durante la tarde del viernes.
En medio de la desesperación al ver que padre e hijo no regresaban a casa y tampoco respondían los mensajes, la familia de Ovando comenzó a buscarlo. El miércoles por la mañana encontraron el yate anclado en inmediaciones del riacho San Jerónimo, sin rastros de sus tripulantes.
Esto aceleró todavía más el proceso de búsqueda. Muchos conocidos del guía de pesca pusieron sus embarcaciones a disposición y comenzaron a rastrillar las agua del Paraná. A a las 14.30 del viernes encontraron el cuerpo de Agustín, de 4 años y 12 horas después, durante la madrugada el de Pablo.
Según confirmó el fiscal a cargo de la investigación, Norberto Ríos, el cuerpo de Ovando fue encontrado por dos pescadores que estaban dentro del proceso de búsqueda. Fue a unos 3 kilómetros del Puerto Reconquista, en una zona conocida como Biguasal.

En principio, según adelantó el propio Ríos a medios nacionales, la principal hipótesis del hecho es que la caída de ambos al río fue por un accidente. “Fue una cuestión accidental, tanto del niño, como del padre en su búsqueda, ambos cuerpos no presentan ningún tipo de lesión ni anomalía”, argumentó.
“No se encontró ningún elemento que indique alguna situación de violencia en el lugar, incluso estaban preparadas las líneas y los anzuelos para pescar, el mate estaba recién preparado con el agua caliente”, agregó.