El gobierno nacional manifestó su profunda preocupación ante el reciente bombardeo israelí que alcanzó una iglesia católica en la Franja de Gaza y dejó varios heridos, entre ellos, el sacerdote argentino Gabriel Romanelli.

A través de un comunicado oficial, la Cancillería —encabezada por Gerardo Werthein— expresó: "La República Argentina manifiesta su seria preocupación por los hechos ocurridos en la Iglesia Católica de la Sagrada Familia, en Gaza, donde resultó herido el padre Gabriel Romanelli, ciudadano argentino y párroco de esa comunidad".

El Ejecutivo nacional señaló además que ya se contactó con las autoridades de Israel y solicitó que se brinde la asistencia necesaria tanto al sacerdote como a los miembros de la comunidad afectada.

El ataque, ocurrido este jueves, impactó directamente sobre la Iglesia de la Sagrada Familia, el único templo católico dentro del enclave palestino. Entre los heridos se encuentra Romanelli, quien tenía un vínculo cercano con el papa Francisco.

La agresión generó un amplio repudio internacional. Incluso la primera ministra italiana, Giorgia Meloni, calificó el hecho como una acción "inaceptable" por parte del gobierno de Tel Aviv.

En respuesta, las Fuerzas de Defensa de Israel aseguraron que "no atacan intencionalmente sitios religiosos o civiles", y que lamentan profundamente cualquier daño provocado, aclarando que hacen todo lo posible para evitar este tipo de consecuencias.

El comunicado del Ministerio de Relaciones Exteriores también reiteró el llamado de Argentina a un restablecimiento urgente de las condiciones que permitan alcanzar la paz en Medio Oriente, y subrayó la importancia de proteger los lugares de culto, al personal religioso y de garantizar la libertad de creencias.

"La protección de civiles y de espacios religiosos o humanitarios es un principio fundamental del derecho internacional humanitario, que todas las partes deben respetar", concluyó el texto oficial.