La Corte Suprema de Justicia de la Nación dejó en firme la condena a 5 años de prisión al futbolista Nahuel Zárate, exdefensor de Boca Juniors y actual jugador del club Deportivo Morón, por "homicidio culposo agravado", luego de un accidente de tránsito en 2018 que provocó la muerte de dos personas.
"El máximo tribunal, con la firma de los jueces Horacio Rosatti, Carlos Rosenkrantz y Ricardo Lorenzetti, desestimó el recurso de la defensa de Zárate, porque su presentación no cumplía con los requisitos establecidos en la acordada que especifica el formato de recursos ante la Corte Suprema", indicó un comunicado del máximo tribunal.
Con esta decisión, la condena queda firme y el futbolista deberá cumplir la pena impuesta por el Tribunal Oral en lo Criminal y Correccional N°30 en agosto de 2021, que también lo inhabilitó para conducir vehículos por el plazo de diez años.
Zárate fue condenado por la muerte de Norberto Rodolfo Brienza (55 años) y Néstor Francisco Mormandi (54 años), el 9 de septiembre de 2018, al chocar con su Volkswagen Scirocco al taxi en el que viajaban ambas víctimas por la Avenida General Paz, en sentido hacia el Río de la Plata, en Buenos Aires.
“Iba a más de 130 kilómetros por hora y con un gramo de alcohol en sangre, según detectaron luego las pericias”, remarcó el documento.
El fallo ponderó distintos agravantes como que el jugador llegó a alcanzar con su vehículo una velocidad máxima de 191 kilómetros por hora y que además de estar alcoholizado, al momento del accidente estaba hablando por su celular.
La condena fue apelada por ambas partes: la defensa solicitó la absolución o una reducción de la pena, mientras que la querella impulsó una calificación más severa por “dolo eventual”, figura que conlleva penas de 8 a 25 años de prisión.
Sin embargo, la Cámara Nacional de Casación Penal rechazó esa posibilidad en abril de 2023 y ratificó la calificación de homicidio culposo agravado.
En su fallo, sostuvo que “el accionar del futbolista ha importado una gravísima imprudencia”, pero no se pudo probar que haya existido intención directa o indirecta de provocar el choque fatal.
La defensa intentó llegar a la Corte Suprema con un recurso extraordinario y luego por la vía de la queja, pero el máximo tribunal ni siquiera trató el fondo del caso y desestimó el planteo por razones técnicas. De esta forma, la condena quedó definitivamente firme.
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