Marzo fue el mes más cálido registrado en la historia de Europa y el segundo más caluroso a nivel global. Los datos se desprenden de un relevamiento mensual realizado por el Servicio de Cambio Climático Copernicus (C3S), organismo de monitoreo del clima de la Unión Europea.

La temperatura media en tierra firme europea en el tercer mes de 2025 fue de 6,03 °C, 2,41 °C por encima de la media de marzo de 1991-2020, lo que batió un récord histórico.

De acuerdo a lo que consigna el estudio, las temperaturas fueron predominantemente superiores a la media en toda Europa, registrándose las mayores anomalías cálidas en Europa oriental y el suroeste de Rusia, aunque en la península Ibérica se registraron temperaturas inferiores a la media. 

"También fue un mes de contrastes con extremos (opuestos) de precipitaciones en Europa, donde muchas zonas experimentaron el marzo más seco registrado y otras el marzo más húmedo de, por lo menos, los últimos 47 años", explicó Samantha Burgess, directora estratégica para el clima en el Centro Europeo de Previsiones Meteorológicas a Plazo Medio.

A nivel global, las temperaturas fueron más elevadas de lo normal en buena parte del Ártico, así como en Estados Unidos, México, parte de Asia y Australia, y más frías de lo habitual en el norte de Canadá y el este de Rusia.

En los polos, la placa de hielo en el Ártico exhibió en marzo la extensión más reducida registrada en este mes desde que existen imágenes de satélite en los últimos 47 años, con lo que se trata del cuarto mes consecutivo en el que la cobertura de hielo bate un récord de mínimos.

En cuanto a las precipitaciones, la mayor parte de Europa del Sur experimentó condiciones más húmedas de lo habitual y en especial la Península Ibérica se vio golpeada por una serie de tormentas e inundaciones. Por el contrario, en Reino Unido e Irlanda, así como en Grecia y Turquía, llovió menos de lo normal.

Advierten que una importante ciudad tendrá más muertes por el cambio climático

 

Según un estudio del London School of Hygiene & Tropical Medicine (LSHTM) basado en modelos climáticos y epidemiológicos, publicado en Nature Medicine, el aumento de las temperaturas derivado del cambio climático tendrá un impacto significativo en la mortalidad en toda Europa.

Si no se adoptan medidas urgentes para mitigar el calentamiento global, antes de que termine este siglo podrían morir hasta 2,3 millones de personas en 854 ciudades que fueron analizadas del continente europeo. 

España se vería especialmente afectada por este problema de mortalidad climática, y de manera muy pronunciada Barcelona, que según estas proyecciones sería la ciudad con mayor número de fallecimientos por esta causa en toda Europa: el estudio estima 246.082 muertes por las temperaturas extremas asociadas al cambio climático hasta 2099 en la ciudad catalana.