"¡Encontramos a la nieta 139!". Con ese tuit publicado en la red social X, Abuelas de Plaza de Mayo anunció, este martes por la mañana, el hallazgo de una nueva nieta cuya identidad fue sustraída en la última dictadura cívico-militar.

La organización brindó además una conferencia de prensa por la tarde en la Casa por la Identidad del Espacio Memoria y DDHH ex Esma.

El posteo celebró la novedad con la frase “bienvenida a la verdad, #Nieta139”.

"Hoy damos la bienvenida a la hija de Noemí Beatriz Macedo y Daniel Alfredo Inama, nacida entre enero y febrero de 1978. Inexorablemente, la verdad sobre los crímenes de la dictadura sigue saliendo a la luz", destacaron en la rueda de prensa.

La familia

 

Noemí nació el 8 de febrero de 1955 en Mar del Plata y Daniel el 12 de noviembre de 1951 en La Plata. Ambos militaban en el Partido Comunista Marxista Leninista. A él sus compañeros lo llamaban "Pablo" y sus amigos "El Pelado" o "El Loco". A ella su familia le decía "Noe" y sus compañeros “Negrita”. Daniel tuvo dos hijos, Ramón Oscar y Paula Lorena, con dos compañeras anteriores.

La pareja fue secuestrada el 2 de noviembre de 1977. No está claro si ella fue raptada en la ciudad de La Plata o en el mismo operativo que él, en la ciudad de Buenos Aires, en Barrio Norte. La joven estaba embarazada de seis o siete meses. Los dos fueron vistos por sobrevivientes en el centro clandestino "Club Atlético". En el mismo operativo en que secuestraron a Daniel, también se llevaron a otros compañeros del partido: Teresa Galeano, Jorge Giorgieff, Beatriz Longhi y Oscar Ríos. Todos permanecen desaparecidos.

Daniel era hincha de Estudiantes y le gustaba mucho bailar. Noemí, según cuentan, era muy solidaria. Hizo la primaria en el Instituto San Antonio María Gianelli y la secundaria en una escuela de monjas. Su familia fue diezmada por el terrorismo de Estado: su padre Laudelino Macedo, su hermana Gloria Nelly con su compañero Rubén Justo García y la hija de ambos, Miriam Viviana García, y otro cuñado, Oscar López Lamela, fueron secuestrados y continúan desaparecidos.

La madre de Daniel, Lucila Ahumada de Inama, transcurrió toda su vida en La Plata. La desaparición de su hijo fue un golpe muy duro. A partir de ese momento, cada cumpleaños, cada fiesta, tuvo una carga de dolor y tristeza. Falleció en abril de 2013, en la trágica inundación que afectó a la ciudad de La Plata y sus alrededores. Nunca dejó de buscar a su nieto o nieta. “Desde algún lugar lo guiará en la búsqueda”, manifestaron, por entonces, desde Abuelas. Y parece que así fue.