A 14 años de la implementación del Plan Integral de Movilidad (PIM) promueven un proyecto de revisión del mismo ante la congestión de tránsito en el área central por autos particulares que “ha ido en aumento y todo indica que seguirá agravándose, constituyendo un problema sobre la calidad de vida urbana”. El proyecto propone establecer una mesa de trabajo de esfuerzos multidisciplinarios para el diseño de medidas, pero a pocos días de haber sido anunciado, comerciantes del centro rosarino salieron al cruce.
La idea es que esa mesa de trabajo sea promovida desde el Ente de la Movilidad de Rosario (EMR), para el área central de la ciudad con el objetivo de elaborar mejoras a la movilidad en ese sector de mayor concurrencia, tomando como punto de partida las estrategias centrales que se definen en el Plan Integral de Movilidad (PIM), para actualizarlo.
Se trata de un proyecto que anunció la concejala Anahí Schilbelbein la semana pasada, luego de haber realizado un relevamiento de tránsito, donde el 97 por ciento de los encuestados -peatones, automovilistas y choferes de taxis y colectivos- manifestaba disconformidad con la movilidad. Del total, un 40 por ciento entiende que la razón principal de la congestión en el área central está dada por la gran cantidad de autos particulares que circulan.
“Movilizarse en el área central en horario pico laboral es un problema, dada la alta congestión vehicular de la zona. Las calles del macrocentro tienen un ancho promedio que no supera los nueve metros y en ese espacio limitado conviven los distintos medios de transporte (motorizado y no motorizado) con algunas restricciones en el uso del mismo como son los carriles exclusivos del TUP, las ciclovías y el estacionamiento medido”, precisaba la concejala.
En su proyecto destaca que el parque automotor de Rosario viene creciendo de forma sostenida desde el 2012, y hoy superan los 640 mil vehículos entre autos y motos, según datos del IPEC a junio de 2024, y a esto se suma que al centro de la ciudad ingresa y egresa diariamente un número inestimado de vehículos provenientes de localidades vecinas por trabajo, estudio, salud y ocio.
En su proyecto de ordenanza, que llevará al Concejo en febrero al comienzo de sesiones, Schilbelbein establece que para la mesa de trabajo busca convocar al Consejo Consultivo del PIM integrado por representantes de diferentes entidades, sindicatos y asociaciones, así como al Ente de Coordinación Metropolitana (ECOM), el Ente de la Movilidad de Rosario (EMR) y representantes del Concejo. A pocos días de hecha pública la propuesta de la concejala de la UCR, reunidos en la Asociación Empresaria de Rosario, los comerciantes no tardaron en manifestar públicamente su preocupación porque la revisión del PIM plantea alguna forma de restricción a los vehículos particulares en el centro, a resolver en la mesa de trabajo. Si bien el proyecto no promueve alguna idea puntual de restricción todavía, los comerciantes consideraron que “quitarle al consumidor la posibilidad de circular y estacionar generaría un impacto negativo sobre el comercio”, contemplando que ya en los meses anteriores percibieron baja de ventas: “Las minoristas acumularon en el 2024 un descenso de 10 por ciento frente a 2023, con 10 meses en bajas interanuales y solo dos en alza, octubre y diciembre”. El referente de los comerciantes del centro Miguel Rucco destacó en este sentido a Rosario3 que “el proyecto de restringir los autos particulares funciona en otras partes del mundo, promoviendo el acceso a través de opciones de subte, tren y colectivos accesibles. Pero eso acá no existe, y eso hace que hoy dependemos de que los clientes vengan al centro en su vehículo”. A la queja sumaron el factor de afluencia al centro de trabajadores de los comercios, sobre los que aseguraron que “para avanzar en ese tipo de medidas es necesario tener otras variables de movilidad resueltas: alternativas de transporte y estacionamiento, como por ejemplo mayor cantidad de playas de estacionamiento”. Rucco aseguró: “Vienen unas 30 mil personas a trabajar al centro cada día, y necesitan cocheras que sean accesibles. En otras grandes ciudades del mundo hay cocheras subterráneas que ha concesionado el Estado, con un costo accesible y económico”. Los comerciantes rosarinos aseguraron que “ya fue demostrado que la circulación de particulares es necesaria”, y recordaron que “a principios del 2000, cuando la misma estaba prohibida, se decidió la apertura y el impacto fue altamente positivo”. “Si bien desde el sector promovemos aquellos proyectos de infraestructura urbana que generan mayores espacios de peatonalización a los centros comerciales abiertos, entendemos que la posibilidad de ingresar con autos particulares al centro y estacionar es una variable fundamental para sostener las ventas”, expresaron los referentes.Los comerciantes, de punta