El castigo por YPF y el derrumbe de sus acciones, ¿puede ser una oportunidad?

El revés judicial derrumbó la acción de YPF y disparó el pesimismo en el mercado. Pero analistas todavía le ven potencial

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La acción de YPF sufrió un fuerte castigo en Wall Street tras el nuevo revés judicial dictado por la jueza Loretta Preska, quien ordenó a la República Argentina entregar el 51% de las acciones de la petrolera como parte de pago en el juicio por la expropiación de 2012, y además transfirió otro paquete accionario al fondo buitre Bainbridge por una sentencia separada de deuda soberana en default.

Con todo esto, el escenario base es que la Argentina apele el fallo y la entrega de acciones quede en suspenso. Incluso si se avanzara en un acuerdo, el Estado podría negociar un pago escalonado que no implique la transferencia efectiva del control de la petrolera.

La "sombra" sobre YPF permanecerá hasta que se despeje el litigio, pero ni el negocio operativo ni la hoja de ruta de inversiones parecen estar comprometidos.

¿Una oportunidad para inversores de largo plazo?

El desplome de YPF parece más una reacción de pánico ante la incertidumbre judicial que un reflejo genuino de su realidad económica. El riesgo legal, aunque serio, es acotado en cuanto a la probabilidad de ejecución, y no debería alterar el sendero estratégico de la empresa.

Para ponerlo en números, el 30 de junio el informe de Allaria ubicaba a YPF con una recomendación de compra (Buy) y proyectaba un precio objetivo de u$s54 por ADR a fin de año. Con la acción cotizando a u$s33,33 en ese momento, el "total return" estimado era del 62%, con una capitalización bursátil de u$s 13.636 millones y un volumen promedio diario operado de u$s 41,3 millones.

Sin embargo, tras el desplome de la acción a u$s31,45 luego del fallo judicial, el retorno esperado se amplió considerablemente. Si se mantiene la proyección de precio objetivo de Allaria (u$s54), el upside potencial para quienes compran hoy supera el 70%.

Con todo esto, la baja puede leerse como una oportunidad de entrada para quienes privilegian los fundamentos por encima de los titulares. No hay dudas de que la volatilidad seguirá presente, pero la compañía mantiene los drivers necesarios para recuperar terreno, apenas se disipen las dudas sobre su control accionario.

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