1– Gastón Sessa: “Gran arquero… muy pasional. Fuimos compañeros en Gimnasia y pude comprobar que es hincha fanático del club. Por quererlo tanto al “Lobo”, dio un plus y le aportó toda su experiencia en un momento muy difícil en lo deportivo de la institución”. 

2– Gregorio Pérez: “¡Un señor! Un DT con una enorme capacidad para transmitir su idea de juego y acompañar en su crecimiento a los jugadores jóvenes. Fui un privilegiado de tenerlo a Gregorio como entrenador cuando di mis primeros pasos como futbolista profesional. Aprendí muchísimo en la etapa que me dirigió”.

3– Darío Franco: “Un DT que vive el futbol con una locura tremenda. Darío se transforma cuando dirige, no puede controlar esa forma alocada que tiene de vivir el partido al costado de la cancha. Lo hablé con él, le pedí que se tranquilizara porque especialmente a los juveniles que jugaban por su sector los agarraba de punto y los volvía locos. Me respondió que luchaba internamente para intentar corregir esa forma de dirigir, pero era más fuerte que él y no podía controlarse. Tanto en los partidos como en los entrenamientos, fue un entrenador que me dejó conceptos muy valiosos que me sirvieron cuando jugaba y ahora me sirven como DT. Es un tipazo”.

4– Pedro Troglio: “Una persona con una humildad única. Pedro por su capacidad como futbolista, por su forma de ser y su carisma se metió inmediatamente en el corazón del hincha de Gimnasia”.

5– Miguel Russo: “Un DT con conceptos muy claros. Lo que te dice en la semana después sucede en el partido. Cuando me dirigió en Rosario Central me sorprendió, lo prejuzgué porque venía de la escuela de Estudiantes, pero armó un equipo bárbaro. Eligió poner un mediocampo con tres enganches, nos puso juntos a “Vitamina” Sánchez, al “Equi” González y a mí. Ese Central jugaba fenómeno e íbamos al frente en todas las canchas. Lo quiero mucho a Miguel”.

6– Sebastián Abreu: ¡Un loco total… y un goleador fantástico! Seba fue muy importante en mi paso por el futbol mexicano. Me recibió cuando llegué a Cruz Azul, me ayudó en la adaptación, hasta me dio una mano en la búsqueda de una casa para vivir. Lo que hizo por mí, es de buena gente”.

7– Guillermo Barros Schelotto: ¡Mi ídolo! Cuando jugaba a la pelota en el campito del barrio, siempre decía que era Guillermo. Después lo empecé a ver y a seguir desde la tribuna, me encantaba verlo jugar y lo imitaba en todo. Por esas cosas del futbol, tuve la suerte de jugar con él y mutuamente generamos una maravillosa relación. A todo el mundo le digo que mis ídolos son Maradona y Guille”.

8– Gustavo Barros Schelotto: ¡Un personaje divino! Gustavo fue un jugador distinto, talentoso y un estratega. Era un DT adentro del campo de juego. Tenía la cancha en la cabeza y eso le permitía hacer cosas que nadie esperaba. Es un amigo de la vida”.

9– Alberto Márcico: “Un fuera de serie. En mi vida vi pocos futbolistas como el “Beto”. Yo tenía 17 años y recién subía a la primera cuando Márcico pasó de Boca a Gimnasia. Era Gardel, en ese momento era la máxima figura del futbol argentino que recalaba en el “Lobo”. Me llamó poderosamente la atención que un jugador consagrado como él, era siempre el primero y se mataba en todos los entrenamientos. Tenía muy claro el objetivo de ponerse diez puntos físicamente para dejar una buena imagen en el final de su carrera. El gran “Beto” a Gimnasia le aportó todo, futbol y alegría”.

10– Héctor Veira: “Un DT de la vieja escuela con un carisma especial. Al “Bambino” lo conocí en Rosario, por esas cosas del futbol nos tocó vivir en el mismo hotel de la calle San Lorenzo. Él dirigía a Newell’s y yo jugaba en Central, nos veíamos todos los días y compartimos muchas charlas futboleras. Es un apasionado por el futbol y tiene un millón de anécdotas (risas). Pasó el tiempo y nos reencontramos en San Lorenzo. El “Bambino” fue el entrenador que me dio la oportunidad de jugar en el “Ciclón”. Siempre se lo voy a agradecer”.

11– Sebastián “Chirola” Romero: ¡Mi hermano! Un jugador notable. Fue con el futbolista con el que mejor me entendí en toda mi carrera. Nos conocemos desde los 10 años cuando jugábamos en el futbol infantil de Gimnasia, juntos hicimos el recorrido por las inferiores y juntos llegamos a la primera del “Lobo”. No hacía falta hablarnos, con solo mirarnos, uno sabía lo que iba a realizar el otro. Con “Chirola” llevamos toda una vida de hermandad y amor por Gimnasia”.