Con la llegada del invierno y sus temperaturas más bajas, la piel comienza a mostrar señales de que necesita un cuidado especial. Sequedad, tirantez, enrojecimiento e incluso descamación son solo algunos de los síntomas más comunes. Por eso, en esta época del año, no basta con abrigarse bien por fuera: la piel también necesita una capa extra de protección.

En este sentido, expertos en dermatología coinciden en que, durante el invierno, es fundamental ajustar la rutina de cuidado facial y corporal. La clave está en optar por productos más nutritivos, ricos en ingredientes que aporten hidratación profunda y refuercen la barrera cutánea.

Productos con ácido hialurónico o ceramidas son indispensables en invierno (elle.com)

El cuidado de la piel en invierno

Uno de los principales aliados es el ácido hialurónico. Se trata de un ingrediente famoso por su capacidad de retener hasta 1.000 veces su peso en agua, con lo cual se convirtió en un imprescindible para mantener la piel hidratada y elástica incluso en los días más fríos.

Otro favorito del invierno es la manteca de karité, ideal para combatir la resequedad extrema, especialmente en zonas como codos, rodillas y labios. Su textura rica y su poder reparador hacen que sea perfecta para aplicar por las noches y dejar que actúe mientras se duerme.

Asimismo, se recomienda incluir productos con ceramidas, que ayudan a restaurar la barrera natural de la piel, evitando la pérdida de humedad. Y no hay que olvidarse de la niacinamida, que no solo calma la piel irritada, sino que también refuerza su resistencia frente al viento y los cambios bruscos de temperatura.

El protector solar sigue siendo clave en los días más fríos del año (freepik.com)

Y, aunque parezca un consejo de verano, el protector solar sigue siendo obligatorio. Los rayos UV no se toman vacaciones y, en combinación con el frío, pueden causar daños invisibles pero persistentes.